Caminando para visitar de nuevo Europa

Caminando para visitar de nuevo Europa

Nuestro querido amor llamado Real Betis Balompié tiene en rumbo el volver al viejo continente y todo aficionado bético así lo anhela. Aún recuerdo el último viaje que hice para ver al glorioso. Fue en la última temporada de Quique Setién, aquella en la que casi tocamos la gloria disputando esa ansiada final de la Copa del Rey en nuestro templo. Ojalá pronto podamos volver a dejarnos la garganta con nuestra fiel infantería.

Y ese viaje fue a Rennes con una peripecia digna del libro Guinness de los Records y una cantidad de kilómetros a nuestras espaldas increíbles, pero con un gusto y una ilusión tremenda pese a que el resultado no fue el deseado. Sin embargo, fue un día de comunidad y hermandad que solo lo puede entender el que tenga la sangre verde.

El día del partido, Rennes se inundó de «verde Betis». Si, porque el verde es Betis de toda la vida de dios. Un ambiente maravilloso, una hermandad con los aficionados locales brutal y un gusto de ciudad. Camino al estadio las personas salían a los balcones para grabar a esta afición loca de la cabeza. Una experiencia muy bonita que espero poder repetir en la próxima temporada.

La plaza de Rennes,llenas de banderas en aquella mañana previa al partido de Uefa Europa League. Foto de Guillermo Segó

El ingeniero tiene un plan y ese plan es devolver al Real Betis Balompié a surcar los mares Europeos, pero aún nos queda remar todos juntos en esta montaña que estamos escalando entre todos los Béticos. Por eso debemos seguir la línea marcada por la institución y en especial por esa dupla Cordón&Pellegrini. Debemos confiar en todas sus decisiones aunque algunas no las compartamos como puede llegar a ser alguna relacionada con las alineaciones o en la parcela deportiva cuestionando alguna que otra incorporación o salida de jugadores. Confianza, eso es lo que debemos tener. Aun nos podrá caer alguna piedra en este camino pero nadie nos bajará de esta meta llamada EUROPA y “volveremos, volveremos otra vez”.

Con estas breves líneas lo único que pido y ruego es que la afición deje de tirar piedras sobre nuestro propio tejado en muchas ocasiones y sobre todo en las famosas redes sociales y de tantos seudónimos de valientes que solo saben meterle palos a la rueda para que la carreta se apee del camino.

Y que el manquepierda sea un símbolo de luchar por las trece barras. Sudar sangre por conseguir llegar a la última jugada. Dar esa ayuda al compañero. En definitiva, tener la palabra GANAR en la frente 100% grabada.