El Real Betis Balompié y la Real Sociedad ofrecieron un trepidante partido a los 40.288 aficionados presentes en el Benito Villamarín en el partido correspondiente a la vigésimosexta jornada del campeonato liguero.
Quique Setién sorprendió una vez más con un once inicial realmente curioso. Un claro 5-3-2 con Adán bajo los tres palos, Marc Bartra, Mandi y Junior de centrales, Durmisi y Francis más abiertos en los carrileros, Fabián, Javi García y Boudebouz en el centro del campo y en la punta del ataque Tello y Sergio León. El técnico del equipo visitante alineó a Moyá en portería, De la Bella, Héctor Moreno, Llorente y Odriozola en defensa, Zurutuza, Zubeldia e Illarramendi como centrocampistas y Oyarzabal, Juanmi y Canales arriba.
La primera parte empezó con un gran ritmo por parte de ambos equipos, pero con pocas ocasiones claras en ninguna de las dos áreas. Canales lo intentaba llevando el peso del partido por parte del equipo Txuri-urdin pero la defensa verdiblanca conseguía despejar todo tipo de peligro. Pasados los quince minutos de encuentro, el juego del Real Betis empezó a crecer y la Real Sociedad lo intentaba al contraataque. Cerca del minuto 40, Cristian Tello tuvo la más clara del primer tiempo con un gran disparo que acabó en un auténtico paradón de Moyá.
Con empate a cero en el marcador, la segunda parte empezó muy frenética. El extremo catalán seguía siendo la referencia en ataque del equipo local, llegando en numerosas ocasiones con gran peligro a la portería erreala, aunque no conseguía convertir ese peligro en gol. En el minuto 69 entraban las dos leyendas verdiblancas: Rubén Castro y Joaquín. El delantero canario, que lleva el gol en la sangre, tuvo ocasión de anotar la primera pelota que tocó, sin embargo, el chute lo pudo atrapar sin ningún tipo de problema el portero mallorquín. Mientras, la Real Sociedad seguía llegando a la portería de Adán, con grandes ocasiones de la mano de jugadores como Sergio Canales y Odriozola. No había descanso, un partido sin centro del campo, ataque tras ataque, aunque las imperfecciones del equipo heliopolitano convertían las ofensivas del conjunto donostiarra en jugadas muy peligrosas. Finalmente, el partido acababa como empezó empate a zero goles en un partido que pudo ganar cualquiera.
Con el punto conseguido, el equipo de Setién se coloca noveno empatado a puntos con el Girona FC (octavo) y a tan solo un punto del Eibar situado en séptima posición.
