El ritmo competitivo no entiende de emociones ni momentos, y para un Betis en depresión ya se asoma otra jornada más. Y parece que no es el mejor momento para visitar Ipurua, ya que no conoce el triunfo en este estadio desde que ambos coinciden en la Liga Santander. Los del Mendilíbar les tiene cogida la medida a los verdiblancos, cosechando resultados más que favorables para los suyos. En la ida fueron capaces de sumar un punto ante un Betis que estaba en la cresta de la hora, y que desde ese partido, empezaría a decaer.
Desde 2015 lleva Mendilibar en el club vasco y con un magnífico resultado, sellando la permanencia de forma holgada en todas sus temporadas al frente de los armeros. Ha conseguido dotar de una competitividad y regularidad que lo han convertido en un hueso duro de roer, sobre todo en casa. Quien visita Ipurua saber que tiene que correr y mucho si se quiere llevar la victoria. Situados en la 12º posición, y con un punto menos (43) que precisamente su rival esta jornada, eibarreses quieren acabar lo más alto posible. La jornada pasada sorprendieron a un enrachado Valencia, venciendo en Mestalla por 0-1 y cortando así una racha de dos derrotas consecutivas.
Mendilíbar cuenta con las bajas de Diop, Rubén Peña y Arbilla, todos con problemas físicos. Son duda Pedro Vigas, Cardona y Kike García. Ya conocemos como se las gasta el Éibar, y por su perfil podemos decir que es de esos equipos que se le atraganta a Setién. Practican un fútbol intenso, directo y rápido, con mucha disciplina y rigor defensivo. Sus laterales suelen subir y mucho y bombardear el área rival con centros para sus delanteros.
El Éibar examina la capacidad de reacción y dignidad de los de Setién, hundido en una crisis que le han hecho que tenga Europa imposible. Veremos si son capaces de vencer al adversidades en un campo que no se le da especialmente bien a los verdiblancos.
