Enésimo naufragio del Real Betis, esta vez en Vigo, cuando tenía el partido muy encarrilado. El conjunto de Manuel Pellegrini, nos demostró en 90 minutos, que es capaz de lo mejor y de lo peor, dejándose remontar en una segunda parte para el olvido.
Primera media hora formidable
El Betis salió al partido muy bien. Intensos, concentrados y con un plan claro. Los béticos robaban en zona peligrosas y la presión alta funcionaba. Tanto es así, que consiguió un 0-2 gracias a Antony y Llorente. Aunque el marcador tuvo ser mayor si los béticos no se hubiera topado con la madera hasta en dos ocasiones.
Apagón tras el minuto 30
Tras la ocasión de Jesús Rodríguez que se marchó al palo, el Betis entró en bloqueo. Empezó a retroceder, le dio la pelota al Celta y defendió más cerca de su área. Aguantó la ventaja hasta el descanso, pero la segunda fue espantosa.
En dos minutos le empataron, dando una muestra de debilidad enorme, y sino fuera suficiente, no mostró ningún atisbo de reacción de volver a encontrar el camino de la victoria. Una derrota de las que hacen daño.
Pellegrini, mal en sus decisiones
Sabemos que a Marc Roca le cuesta porque está recuperando ritmo competitivo, pero fue salir sustituido y el centro del campo se hizo pedazos. Altimira, su sustituto, tampoco tuvo su mejor día.
Después, Lo Celso o Vítor Roque no aportaron nada. Sólo el cambio de Abde trajo algo se amenaza. No estuvo bien el chileno en mover las piezas.
