31 de mayo de 2009. Visto así se puede decir que es una fecha más. Aquel día fue la última visita de los de Pucela en primera al Villamarín, aunque en aquel entonces la casa bética se llamaba estadio Manuel Ruiz de Lopera. Todo sabemos que pasó.
Una noche amarga, en la que se consumó uno de los descensos más duros para la parroquia verdiblanca. Inesperado y cruel, porque solo una noche durmieron los béticos en descenso, pero en la noche que todo importaba. Por sólo un gol en el gol average general caerían a la segunda división. Ese partido acabo en empate a uno, al Valladolid le sirvió para salvarse, y los 42 puntos que sumó el Real Betis de nada le sirvieron. Después ambos equipos se han visto las caras, pero en la división de plata, siendo el choque más destacado un 4-0 en la temporada 2014-2015 con un hat-trick de la leyenda Rubén Castro.
21 de octubre de 2018, vuelve la liga tras el parón de las selecciones, y vuelve con un partido complicado, donde los béticos tienen la obligación de ganar si no quieren descolgarse de los puestos privilegiados. Los verdiblancos vienen de encajar una derrota en el Metropolitano y de generar ciertas dudas. En cambio, los de Pucela vienen de sumar los tres puntos contra el Huesca y aún no conocen la derrota fuera de casa. Un equipo rudo defensivamente muy fuerte y muy bien armado el de Sergio González. Los vallisoletanos llegan a Heliopolis enrachados, sumando 10 puntos de los últimos 12.
Ya sabemos que los de Setién saldrán a jugar con su peculiar estilo y paciencia, esa que el cántabro tanto pide a parte de la afición bética. Los pucelanos, que últimamente es un equipo más atrevido, y al que le gusta tener balón, a priori intentará jugar un partido con mucho contacto, sin muchas ocasiones, e intentar conseguir a la contra un premio que le permita seguir sumando.
Un duelo al que llegan los dos igualados a puntos, y aunque las aspiraciones de cada uno son totalmente diferentes, en esta liga se está comprobando que no existen las evidencias, y que nadie es más que nadie. Los de casa intentarán volver a sumar de tres en tres, para no alejarse de los puestos nobles de la tabla, pero los blanquivioletas no se lo pondrán nada fácil, ya han demostrado en campos difíciles, que son capaces de puntuar. Ganaron frente al Villarreal y empataron ante Girona y Celta de Vigo.
Partido trampa. Por mucho que intente cuerpo técnico, jugadores y afición centrar la atención para el domingo, los partidos anteriores a grandes citas siempre son muy complicados. El jueves el Betis vuelve a una gran cita europea, en un gran campo, esas citas a las que siempre llegan los elegidos, y el equipo de Quique Setién vuelve a estar entre ellos. Por ello es clave tener esa mente concentrada en los 90 minutos de mañana en el Villamarín. Ya después del pitido final ya empezamos hablar de lo de Milán.
Por parte del Valladolid son bajas por lesión Cop, Oscar Plano, Keko y Joaquín, y Cotán, Guitian y Luismi por decisión técnica. El Real Valladolid intentará seguir sin perder lejos de Zorrilla y dispondrá un once parecido al que proponemos a continuación, con su clásico esquema 4-4-2.
Por el bando local, ya sabemos lo complicado de pronosticar un once de Setién. Se espera que el técnico cántabro opte por un once ofensivo, con Boudebouz de enganche o quizás con la entrada de dos delanteros, en busca de la falta de gol que adolece el equipo andaluz en las últimas jornadas. En la zaga también es posible que pueda entrar de inicio, o pueda tener minutos, Zou Feddal, y en la media parece que William Carvalho será el sustituto de Guardado, aunque las posibilidades son bastantes. Guardado sigue recuperándose de su lesión, y hasta el final serán duda Tello y Joaquín.
Nueva cita en el Benito Villamarín, ante un rival con el que hemos vivido momentos recientes algo tristes, y que esperemos que se borren de la memoria con una victoria mañana.
