Artículo de opinión | El gol más importante de Víctor Camarasa

Artículo de opinión | El gol más importante de Víctor Camarasa

Cuando la vida te pone circunstancias que te impiden hacer lo que más te gusta es, si me permiten la expresión, una putada. Aquello por lo que tanto has luchado, por lo que tanto has sacrificado, o simplemente aquello que te hace feliz, lo podemos perder en cualquier momento. Y es algo que quizás no valoramos lo suficiente. Lo efímero que puede ser todo. Lo que pueden cambiar las cosas en un momento, por una decisión o por fruto de la mala suerte.

Y cuando la realidad de un diagnóstico, de una lesión o de un problema de salud, indica, «vas a estar un tiempo largo fuera», la cabeza pasa por diferentes fases en todos esos meses. Desazón, después aceptación. Trabajo y sacrificio para conseguir el objetivo de volver. Pero no es tan fácil. En todo ese camino hay momento donde todo va como la seda, y otros donde dices, «no estoy bien».

No estoy en la cabeza de Víctor Camarasa para hacerme una idea de lo que habrá pasado en estos dos años donde las lesiones le han apartado de su profesión, y no olviden tampoco, de su sueño. Porque aunque la última vez que lo vimos fue el pasado 21 de enero contra el RCD Espanyol, el calvario del valenciano empezó el 24 de Agosto de 2020, cuando le tocó escuchar «te has roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha». Una lesión temida en el mundo del fútbol, que te obliga a parar entre 6-9 meses si todo va bien.

Mucho trabajo en la sombra, muchas horas de gimnasio y mucho trabajo mental para poder superar tal contratiempo. Y cuando parece que lo has conseguido, algo no va bien y tienes que parar de nuevo. Vuelves a ponerte en manos de los médicos, de fisioterapeutas y readaptadores, pero no. Otra vez a pasar por el quirófano a solvertar unos problemas en el tendón rotuliano. Otra vez a empezar de cero.

Y tienes que convivir eso. Mientras tus compañeros, los cuáles le ha acompañado en este proceso están levantando la Copa del Rey, tú te encuentras en muletas. Cuántas cosas se le pasarían por la cabeza, más allá de la felicidad de ver a su club y a su gente como campeones de España.

Habrá existido momentos donde habrá pensado; «no puedo más» o «lo voy a tener que dejar». Camarasa tiene sólo 28 años y llegar a plantearse eso tiene que ser muy duro. Llegar al punto de renunciar a lo que amas, a lo que te hace feliz. Por suerte, y gracias a sus compañeros, al Real Betis y, por su supuesto, a su gran resiliencia, se daría una oportunidad.

Una oportunidad que se labrado con mucho sacrificio, trabajo, sufrimiento, y también de paciencia. Pero que afortunadamente, ha valido la pena. Víctor Camarasa volvió a sentirse futbolista el 23 de diciembre de 2022, once meses después de su última aparición. Es el comienzo de algo bonito, aunque como él mismo ha reconocido todavía le queda un poco para estar al 100%.

Y este artículo no está para hablar del tan manido títular «Camarasa es el fichaje de invierno». Lo que se pretende valorar y concienciar por todo lo que ha pasado un chaval que le ha tocado ver la cara más amarga del fútbol. Y también mostrar una lección de no rendición, de seguir inténtandolo aunque a veces la cabeza diga lo contrario.

No sabremos si será en el Real Betis o en otro sitio, pero ojalá en 2023 podamos ver a Camarasa disfrutando de nuevo en el césped. Sería la señal de que ha ganado este partido. De momento ha metido el primer gol. pero hay que seguir jugando.