Citaba Carl Rogers -eminencia en el humanismo de la psicología-: “Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y estatico, viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales. Porque ese es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante”.
El psicólogo dejaba entrever, así, que la vida es el riesgo, el interrogante a saber qué va a pasar. Quizás un símil poco ligado al mundo del deporte, donde la estabilidad es sinónimo de éxitos; y la excitación llega con la victoria. Todo lo opuesto suele estar lejos del triunfo.
En el fútbol existen clubes anclados en ese interrogante, donde las vueltas de tuercas son constantes en cada inicio de curso, solapando la pérdida del anterior. Y en este camino se halla el Betis. Un equipo que, en estos tiempos, es más incertidumbre que otra cosa.
Arranca una nueva temporada. Y lo hace de manera convulsa, golpeada nuevamente, como el final de la campaña de la anterior, por el Covid-19. Una pandemia que ha dejado curiosidades, por la atípica y la brevedad de la pretemporada, como por el tardío comienzo del campeonato, o la ausencia de público, ventaja para el visitante, desventaja para el local. Pero también nos ha enseñado la miseria en el mundo del fútbol, con un complicado mercado de fichajes, donde los clubes se las han visto y deseado para ajustar cuentas.
Así, el Real Betis Balompié ha visto mermada su necesidad de mejorar una plantilla necesitada de refuerzos. El virus ha sacado a la luz otro de los problemas que golpean a la entidad verdiblanca, aparte de la deportiva: el déficit económico. Pese a la llegada de un Director Deportivo consolidado, Antonio Cordón no ha podido hacer otra cosa que malabares, cubriendo puestos que por la libertad o ventas han quedado vacíos: El ya conocido Claudio Bravo para la portería, la vuelta de Martín Montoya para el lateral derecho y Víctor Ruiz para la zaga. De ellos, solo el portero parte como titular. El tiempo valorará estos tres refuerzos. Lo que no cabrá duda, en el presente, es que el mejor fichaje ha sido el del banquillo: Manuel Pellegrini.
El técnico chileno, ex de colosos como el Real Madrid o City, llega a Vitoria en esta primera jornada con una más que satisfactoria pretemporada: Tres victorias en los tres partidos disputados ante Cádiz, Almería y, sobre todo, Granada. Aunque dichos partidos solo sirvan para coger forma e ideas, más allá del triunfo, es cierto que el recién llegado entrenador ha dejado impregnada su idea futbolística muy positivamente, mostrando buenos minutos en algunos periodos de estos tres duelos. Aún tiene trabajo por hacer, pues debe de levantar a un muerto con unos mimbres que ya tenía el año pasado. Tarea complicada la de ‘El Ingeniero’, pues tendrá que tapar carencias pasadas exprimiendo a futbolistas como Canales, Joaquín, Carvalho o Fekir, con el que aún no ha contado. Y de los jóvenes talentos, como Ruibal, la sensación de la pretemporada que le ha hecho ganarse un puesto en el primer equipo.
En el encuentro de Mendizarroza no podrá contar con Camarasa por su grave lesión. Sanabria y Víctor Ruiz también son bajas. No se cuenta ni con Kaptoum, Francis o Dani Martín, aunque a estos tres se les sigue buscando salida del club. Baja de última hora de la Guardado, que partía como titular para mañana y Pellegrini lo reemplazará con Carvalho seguramente. Entran en la convocatoria los canterano Giovanni y Fran Delgado, y Loren, que a pesar de llevar pocos entrenamientos, también está en la lista en la lista.
Enfrente, un Alavés que ha tenido un camino similar al del Betis, comenzando desde el año pasado con la clasificación -aunque para el equipo blanquiazul su objetivo era la permanencia y no se le podría tildar la de fracaso- como en la planificación de pretemporada, renovando el banquillo con Pablo Machín y con pocos refuerzos, entre el que destacan Battaglia o Deyverson. Habría que diferenciar su pretemporada, que no ha sumado ninguna victoria -tan solo un empate y tres derrotas-. Aunque éstas apunten a un vacío, deja claro que sus aspiraciones estarán, una vez más, en la salvación. Mal haría el equipo de Heliópolis asemejarse a su primer rival, pues todo lo que no sería entrar en Europa, dictaría de fracaso.
Otras notas a destacar, el cambio de horario, empujado por el conflicto Tebas-Rubiales. El encuentro será dirigido por González Fuertes, uno de los colegiados con peores promedios de la pasada temporada.
Inicia el curso el Real Betis Balompié. ¿Será esta temporada la buena?
