El Benito Villamarín vuelve a abrir sus puertas. Arranca el fútbol en el estadio de Heliópolis. Y lo hará paradójicamente hablando, puesto que quitará el cerrojo, pero ningún aficionado podrá traspasar el umbral de la entrada a causa del Covid-19.
Sí estarán los actores principales. El equipo de Manuel Pellegrini pisará su feudo por primera vez en esta nueva temporada, en el que pretende dar más alegrías que penas. De momento, en estado de euforia ha permanecido el Real Betis Balompié a lo largo de esta semana tras la victoria in extremis ante el Alavés. Y es que aquel gol de Tello en el descuento ha vuelto a ilusionar a la parroquia verdiblanca, que hacía años que no veían a su equipo sumar los tres primeros puntos en la primera jornada. Pero, más allá de la victoria (pese a ser lo único que hay que valorar en el fútbol) están las sensaciones. Y es que el partido de Mendizarroza fue una continuación de lo visto en pretemporada: Un equipo con líneas más juntas, que concede pocas ocasiones de gol, y con más verticalidad arriba, sin necesidad de dominar el juego de toque. Mención también merecen varios futbolistas, como Claudio Bravo, que con su parada -abajo tras un remate a bocajarro- y su liderazgo en la zaga han logrado, por ahora, despejar los fantasmas de su dudoso fichaje; o como Guido, cada vez más hecho al fútbol español; u hombres de ataque como Lainez, cuyo desparpajo y ganas piden más minutos, o Tello, que atesora una calidad y un compromiso absurdamente discutido.
Los dos últimos jugadores buscan reivindicarse y disfrutar de la titularidad en este segundo partido, donde ‘El Ingeniero’ prevé pocos cambios. Eso sí: buscará prolongar la victoria pasada con gente a la que espera sacar más rendimiento, de sobrante talento, como Carvalho o Fekir. No podrá contar con prácticamente los mismos hombres que no estuvieron en la primera jornada, donde destacan Guardado y Camasara.
Enfrente, uno de los equipos de abajo, -junto Osasuna o Eibar- más complicado de rascar el triunfo: El Valladolid de Sergio González. El equipo de Pucela, consolidado en Primera, sigue compartiendo el mismo objetivo que en épocas anteriores, que no es otra que la permanencia. Con pocos refuerzos, entre los que destaca el ex-bético Bruno o el atacante Weismann, llega a La Palmera tras firmar tablas ante la Real. Causa la baja, por Covid, de Masip, su portero titular, por lo que debutará Roberto, también recién incorporado a la disciplina vallisoletana, circunstancias que debe de aprovechar el cuadro verdiblanco, cuya victoria debe de asegurar en casa ante un rival que no pelea sus mismos objetivos.
Jaime Lastre dirigirá el encuentro, colegiado que mejora levemente a González Fuertes, que ya pitó la semana pasada. Pero, como en la anterior jornada, el árbitro no debe de ser excusa.
Toca bajar el balón al suelo. Y ganar, para prolongar la racha y dar por bueno todo lo logrado.
