Podríamos decir que, buscando el símil, el campeonato liguero es como un viaje con treinta y ocho tramos de carretera. Dentro del vehículo, el conductor encuentra trechos dispares: vías fáciles de conducir, o complicadas para el piloto.
Siguiendo la comparativa, al Real Betis Balompié le vienen las primeras curvas de la temporada en esta tercera jornada. Si las dos anteriores han sido apacibles -tramos en vía recta-, ante Alavés y Valladolid, rivales que deben, a priori, estar por debajo al final de curso, en ésta el terreno se le viene combado, cerca de los precipicios. Y es que el campeón de Liga visita el feudo verdiblanco.
Sin embargo, el Betis llega cómodo al volante. Parece que Manuel Pellegrini ha lavado la cara de la plantilla, tras las dos victorias en los dos primeros partidos de la competición. Ese veterano entrenador, sosegado en rueda de prensa, y apacible en el banquillo, ha sabido implantar una mecánica positiva como hacía tiempo que no se veía en Heliópolis, visualizado en el trabajo dentro del terreno de juego. Y con las mismas mimbres del año pasado, distando del portero (cuya veteranía también suma), pero que parecen otros: Mandi y Bartra son más agresivos; Guido, más asentado al fútbol europeo, y Carvalho, desaprovechado en otras etapas, en su sitio como ‘pelotero’ descomunal, ambos mandando en el centro del campo; y Canales dando lecciones de fútbol, con Fekir a su lado, demostrando ser la estrella verdiblanca. Una columna vertebral que pondera un equipo sólido y dominador, pero no con la pelota, sino con el físico y la calidad.
‘El Ingeniero‘ ha apostado por el mismo once en las dos primeras jornadas, y parece volver a repetir en esta tercera. A los ya mencionados, se espera la aportación de los que suman poco -el caso de Joaquín o Álex Moreno-, o de los que prácticamente no han aparecido, con mención especial para Borja Iglesias. El ‘Panda’ no ha tenido repercusión en las dos victorias logradas. Se le exigen goles, pero no tira ni a puerta. Si no ha conseguido mojar ante rivales como Alavés o Valladolid, complicado lo tiene con los rivales venideros. Debe demostrar muchísimo más para espantar fantasmas de su costoso fichaje.
Enfrente, el mejor equipo del campeonato liguero. Se planta el Real Madrid en el Villamarín para comenzar a proteger el título. Viene tras comenzar -con una jornada de atraso- con un empate en Anoeta. Y es que el equipo de Zidane ha vuelto con los ‘males’ anteriores: la falta de gol. Y, para más ‘inri’ del equipo de la capital, Hazard y Asensio no están disponibles. Con Benzema rodeado de compañeros imberbes, volverán a arriesgarlo todo a los hombres de atrás. Ya se sabe: poseen la mejor estructura defensiva de la Liga.
De Burgos Bengoetxea pitará sobre el campo; González González, tras la pantalla del VAR.
Si vence el Betis dormirá líder. Llegan las primeras curvas.
