Crónica | Real Betis Balompié 3 – RC Celta de Vigo 4: La teoría de la manta

Crónica | Real Betis Balompié 3 – RC Celta de Vigo 4: La teoría de la manta

Noche dura la que se vivió en el Benito Villamarín en el partido contra el RC Celta de Vigo. Un encuentro que, desde el pitido inicial, se puso raro, y el desarrollo del encuentro lo fue confirmando. Un Betis que recuperó la pegada, algo que le ha estado faltando jornadas atrás, pero que perdió solidez defensiva, la gran virtud exhibida durante toda la temporada. La derrota contra el Celta es la máxima representación de la «teoría de la manta», que si te tapas los pies, te descubres la cabeza y viceversa. Análisis aparte, lo que está claro es que el cuadro de Manuel Pellegrini no está bien.

El partido del cuadro gallego fue de una efectividad extrema. En su primer acercamiento, en el minuto 6, metió el primero con un golazo de Larssen en un mal repliegue defensivo de los béticos. El gol despertó a un Betis que reaccionó de inmediato y empató con un gol de Juanmi, en su primera titularidad tras su lesión. Gol típico del delantero malagueño, bien situado en el área y metiendo la puntera para hacer el 1-1. La empuje bético no se frenó por conseguir el empate pronto, ya que en el 23′, una recuperación de Juanmi da paso a una bonita triangulación en el área que finaliza Canales poniendo el 2-1.

Había hecho lo más difícil el cuadro hispalense, que tuvo casi al término de la primera mitad el 3-1 en las botas de Miranda, pero lo que llegó fue el 2-2. obra de Gabri Veiga, con un golazo. Mazazo psicológico que afectó bastante a los verdiblancos.

La segunda parte empezó con los béticos totalmente desconectados, pensando en el empate. Los de Pellegrini perdieron el balón y protagonizaron los peores minutos de la temporada. Se mascaba la tragedia cuando de nuevo Veiga hacía el 2-3 para incredulidad de la grada local. Cada vez que se asomaba el Celta al área de Rui Silva era gol. Todo le salía de cara, y para muestra de ello el 2-4 en el 69, obra de Aidoo tras un despeje al centro de Borja Iglesias que el central africano la clava en la escuadra.

Pellegrini movió piezas, pero no estuvo acertado en los cambios. El equipo no cejó en su empeño de empatar a pesar de la distancia en el marcador. Salió Ayoze aunque con una participación testimonial. Abner, que también salió en la segunda parte, tuvo el 3-4 a puerta vacía, pero orientó mal el tobillo e incomprensiblemente su remate se fue fuera. Sí llegaría el tercero del Betis por un penalti por mano clara de Mingueza, que Del Cerro Grande tuvo que ir a ver al VAR para pitarlo. Fekir lo transformó y daba un poco de esperanzas a falta de 4 puntos más añadido.

Poco se jugaría en el tiempo de prolongación. Luiz Felipe fue a quitarle la pelota a Iago Aspas y éste finge una agresión, que acaba con el central italo-brasileño expulsado. 10 expulsiones en 20 partidos, sobran las palabras. Aún así, cuando el partido agonizaba, Édgar tuvo un cabezazo que se marchó por poco.

Dura derrota del Real Betis que no aprovecha una jornada propicia para acercarse a la Champions e ir sacando ventaja a sus perseguidores. Siguiente parada, Almería.

Real Betis: Rui Silva; Sabaly, Pezzella, Luiz Felipe, Miranda (Abner 79′); Guido Rodríguez (Edgar 62′), Guardado (Joaquín 62′); Canales, Fekir, Juanmi (Luiz Henrique 79′); y Borja Iglesias (Ayoze 73′).

Real Club Celta de Vigo: Iván Villar; Mingueza (Kevin Vázquez 85′), Aidoo, Unai Núñez, Javi Galán; Carles Pérez (Solari 85′), Fran Beltrán, Luca de la Torre (Cervi 75′), Gabri Veiga (Seferovic 64′); Aspas y Larsen (Óscar Rodríguez 64′).

Árbitro: Del Cerro Grande (madrileño). Roja directa a los verdiblancos Luiz Felipe (95′) y Toni Doblas (entrenador de porteros, en el 98). Amarillas a los locales Luiz Henrique y Joaquín, así como a los visitantes Luca de la Torre, Unai Núñez y Aspas.

Goles: 0-1 (6′) Larsen; 1-1 (9′) Juanmi; 2-1 (23′) Canales; 2-2 (42′) Gabri Veiga; 2-3 (56′) Gabri Veiga; 2-4 (69′) Aidoo; 3-4 (84′) Fekir, de penalti.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 20ª de LaLiga, disputado en el Estadio Benito Villamarín de Sevilla ante 46.595 espectadores.