El adiós de la vieja guardia

El adiós de la vieja guardia

A falta de oficialidad todo indica que el meta Adán y el goleador Rubén Castro dejarán este verano la disciplina verdiblanca para comenzar otros proyectos.

Ambos eran los únicos supervivientes que junto con Jorge Molina formaban la vieja guardia, futbolistas que siempre lo dieron todo por el Betis. Lucharon por ascenderlo desechando varias ofertas de clubs de primera división, en el caso de el canario hasta en 2 ocasiones. Sufrieron consiguiendo permanencias que eran complicadas debido al nivel de la plantilla que tení­amos e incluso el del entrenador o dirigentes. Disfrutaron con un Betis en Europa después de varias temporadas fuera de ella y sufrieron como todo los béticos con aquella funesta temporada de los 25 puntos que acabó en el más que justificado descenso.

Se puede discutir la manera de marcharse del madrileño, pero lo que no admite discusión es su dedicación al club verdiblanco ya que en bastantes etapas solo se sostuvo gracias a sus meritorias paradas que sumados a los goles de Rubén Castro hací­an posible conseguir los objetivos.

Rubén Castro llegó al Betis en el verano de 2010, procedente del Deportivo de la Coruña, club donde no pudo triunfar y en dónde lo cedieron en bastantes equipos. En Heliópolis enseguida se hizo un nombre a base de goles, nunca faltaba a su cita con el gol, ya fuera por el ascenso, permanencia o clasificación europea. No en vano su nombre estará en letras de oro en el Villamarin, al haberse convertido en el máximo goleador de la historia verdiblanca. El canario, ha permanecido durante 8 temporadas en las que ha disputado 286 partidos y ha anotado 148 goles.

En Diciembre del 2014 llegó al club heliopolitano Antonio Adán, procedente del Cagliari italiano donde no habí­a tenido muchas oportunidades. Antes había estado en el Real Madrid y al igual que muchos porteros vivió a la sombra de Casillas. Adán se hizo con la porterí­a bética desde el principio haciéndose indiscutible. Pieza básica en los objetivos y éxitos verdiblancos debido a sus grandes intervenciones y su gran calidad bajo palos, que hizo a muchos aficionados afirmar que era el mejor portero que teníamos desde el legendario Toni Prats. El madrileño actuó en un total de 160 partidos.

Después de tantos años viéndolos de verdiblanco, parece que ahora nos vamos a tener que acostumbrar a verlos con otros colores. En el caso de Rubén Castro parece que vuelve a su tierra, a la UD Las Palmas, club donde comenzó su andadura en el fútbol. Por su parte, el meta bético parece que recalaría en el Atlético de Madrid por una cantidad cercana al millón de euros.

Con ellos se va gran parte de la historia verdiblanca reciente, y solo cabe desearles mucha suerte y que siempre tendrán un hueco en el corazón de todos los beticos.