El esperado y anhelado encuentro en Italia frente al A.C. Milán ocurrió en la tarde-noche de ayer y hoy el beticismo anda muy contento. Victoria ante un histórico del fútbol europeo que tiró de escudo y orgullo pero no pudo con un futbol superior planteado por los de Quique Setién.
El Real Betis presentó el siguiente once: Pau López en la portería, Junior de carrilero izquierdo, Sidnei de central izquierdo, Marca Bartra al eje de la defensa, Mandi central derecho y Barragán en el carril derecho. El medio del campo era para Lo Celso, Canales y Carvalho. Puesto de delantero para Sergio León y Sanabria. El esquema empleado se vuelve a repetir en competición europea 1-5-3-2. Las variaciones desde el banquillo comenzaron en la segunda mitad: Sergio León salía del terreno de juego por Tello (66′). Loren entraba por Sanabria (78′). Por último, unos minutos para Feddal‘, que salió por Carvalho (88′). El primero de los cambios pareció responder a una reflexión sobre Calabria, parece que el equipo técnico vió que podrían hacerle daño al Milán doblando esa banda con dos efectivos. Ello supuso volver al esquema tradicional de Setién.
El segundo de los cambios llegó para dar frescura a la delantera y el tercero unos minutos para ir incorporando a Zou Feddal al ritmo competitivo. Este último cambio hizo que Marc Bartra asumiera la labor del mediocentro de contención.
Claves del encuentro:
Un rival más estirado.
La historia del A.C. Milán hace que por necesidad su equipo juegue a ganar, de ello se alimentó el Real Betis. Es justo el juego que necesita en frente para desplegar su fútbol con normalidad.
Lo Celso y Canales, una pareja necesaria para el Real Betis.
Otro factor interesante es la puesta en juego de estos dos jugadores en el once. Generan futbol por doquier, además son capaces de romper líneas con cambio de ritmo e inventar variables distintas.
La madurez que le falta al equipo.
En la anterior edición de la pizarra hicimos una serie de reflexiones sobre el equipo que ya habíamos planteado con anterioridad, y una jornada más las sensaciones se repiten. El equipo no sabe competir, nos llama poderosamente la atención que el estilo de este equipo sea la posesión y cuando se necesita imperiosamente protegerse con el balón este estilo se desmorone. También hablábamos que el Real Betis debe saber cuándo está jugando a un ritmo insuficiente, debe meter una marcha más y equivalente intensidad.
