El Real Betis cosechó un empate en tierras canarias que fue insuficiente para lograr su objetivo europeo. Un punto que sabe a poco tras saber que la Real ganó y recuperó la sexta plaza y que el peaje de la jornada 36 ha resultado demasiado caro tras las lesiones de Isco y Guido. Muy doloroso lo del malagueño, que en el mejor momento de la temporada y con muchas opciones de ir a la Europa, una fractura de peroné lo deja en el dique seco.
A continuación, analizamos las claves del encuentro:
Faltó solidez para aguantar el resultado
Cuando te pones por delante dos veces, y en las dos te empatan, es reflejo que al equipo le faltó madurez para mantener el resultado. Es cierto que Las Palmas, tras su terrible racha necesitaba la victoria para sellar la permanencia, pero el Betis también se jugaba mucho y debió imponer su mayor calidad y oficio.
Todo salió mal
No fue un día donde el Betis tuviera suerte, sobre todo con las lesiones. Antes del descanso, Pellegrini tuvo que sustituir a Guido e Isco, dos jugadores muy importantes para el equipo. Ya sabemos que el cuadro verdiblanco sin Isco cambia muchísimo, pero ahora tendrá que afrontar las dos finales que les quedan sin el malagueño.
Ritmo frenético y poco control
El partido fue una delicia para el espectador neutro, ya que tuvo ritmo, ocasiones…Por momentos pudo llevarse la victoria cualquiera de los dos. Se echó en falta tener un poco de control, sobre todo con el marcador a favor, para bajar revoluciones y jugar con los nervios de un rival que si perdían se metían en serios problemas.
Ayoze, profeta en su tierra
Ayoze Pérez se encuentra en un momento formidable. Ha anotado 5 goles en las últimas 5 jornadas, y contra Las Palmas fue el mejor.
Jugó de nueve, y aunque hubo algún tramo donde costó conectar con él, estuvo incisivo en ataque, muy fino en sus acciones y acertado en sus movimientos. Anotó el 1-2 con un remate inverosímil y estuvo presente en la mayoría de acciones peligrosas del equipo.
También hay que mencionar, porque se le han dado muchos palos, es a Abner. El lateral brasileño estuvo genial, participando en el primero y dando la asistencia del segundo. Además, tuvo algunas acciones defensivas de gran nivel.
Iglesias Villanueva, culpable del empate
Puede sonar a excusa, pero fríamente no lo es. Y antes de señalar al árbitro, también hay que decir que el partido del Betis no fue bueno. Pero lo que es inadmisible es la actuación arbitral, que se pasó por el forro el critero -cada vez menos entendible- de las manos. Lo llamó el VAR para ver una mano clara de Álex Suárez y Iglesias Villanueva dijo que nada de penalti, que eso era un roce. Incomprensible.