El partido contra la Real Sociedad se catalogó como una final. Un encuentro a todo o nada por la sexta plaza, que finalmente se la llevó el cuadro vasco gracias a su efectividad.
El Real Betis falló cuando no estaba permitido el error. Y cuando fallas en las áreas, es muy difícil ganar. El consuelo, es que a pesar de la derrota, el conjunto verdiblanco estará, por cuarto año consecutivo, en Europa. En este caso en Conference League.

A continuación analizamos las claves del encuentro:
Falta de acierto
Tras el tempranero gol de falta de Brais Méndez, se pudieron ver unos grandes minutos del Real Betis. Con presión, con ocasiones y con intensidad. Puso todo lo necesario para al el menos empatar, pero los jugadores béticos estuvieron imprecisos en la finalización.
En la primera parte, el conjunto de Manuel Pellegrini se estrelló con el palo, y con un Remiro que abortó numerosas acciones de Fornals, Ayoze y Fekir.
Jarro de agua fria
Si el gol de falta de Brais Méndez cortó la euforia de un Villamarín abarrotado, el de Merino justo antes del descanso fue otra losa que resultó demoledora. El golpe anímico, en un partido tan importante, fue un hándicap que contribuyó a que el resultado fuera el que terminó luciendo en el marcador.
Errores en las áreas
El 0-2 de la Real lo ocasionó una perdida de Fornals en una zona peligrosa. Pero no solo hubo errores en zona defensiva, los hubo también en ataque. Más allá de las dificultades en la finalización de las jugadas, el error grosero e injustificable es el de Abde.
El marroquí desaprovechó la oportunidad de meter a su equipo en el partido, pero tiró el penalti de forma desastrosa. Incomprensible. Era el 1-2 y con tiempo por delante.
Ayoze, el mejor

El tinerfeño fue el mejor contra la Real Sociedad. Está terminando la temporada en un estado brutal. Fino en sus regates, desequilibrante, peligroso… Anotó un gol pero el VAR se lo anuló por mano. Sin duda, su nivel es una de las mejores noticias de la campaña.
