Se enfrentaban dos de los equipos más en forma del campeonato, y el partido no defraudó. El Real Betis sacó un punto merecido y de oro con Montjuic. Pero no fue un empate conseguido de casualidad o por deméritos del rival. El conjunto verdiblanco fue a Barcelona convencido que podía sacar algo, y así fue.
A continuación, analizamos las claves del encuentro:
La alineación, una declaración de intenciones
Tras seis victorias consecutivas y sabiendo lo que le viene al Betis por delante, muchos pensaban que el conjunto verdiblanco se dejaría ir contra el FC Barcelona, y nada más lejos de la realidad.
La alineación de Manuel Pellegrini no fue baladí, y todo tiene un porqué. Decidió refrescar la defensa con tres cambios con respecto al derbi, apostar por un medio de campo sólido con Altimira y Johnny, y tirar a la izquierda a Fornals para ayudar a Perraud con Lamine Yamal.
El conjunto sevillano se situaba en un claro 4-4-2 defendiendo, con las líneas muy juntas. El tener el equipo tan simétrico, hacia posible que cuando recuperaba el balón, pudieran encontrar a alguien por banda (sobre todo a Antony) para montar alguna contra. Lo cambios en la segunda parte seguían este plan.
El plan de Pellegrini salió a la perfección
El Betis sabía que disputarle la posesión a los de Hansi Flick era muy complicado, por lo que tuvo que darle una vuelta a su filosofía de juego.
Vimos a un Betis que fue sólido en defensa, con personalidad cuando tuvo la pelota y con las cosas claras. El Barça siempre juega con la línea defensiva muy adelantada y con el Cucho estuvo a punto de aprovechar la situación.
Y cuando no era posible el balón al espacio, el otro recurso era buscar la velocidad y el desborde de Antony para crear peligro. Así llegó el gol de Natan, en un córner que fuerza el brasileño.
Exhibición defensiva
El FC Barcelona es un rival que te somete, que te domina y que es superior a la gran mayoría de sus contrincantes. El gol tempranero de Gavi podía hacer pensar que se avecinaba una goleada, pero el Betis se recompuso, fue creyendo en sus opciones y empató el encuentro a balón parado.
Después, todo el equipo estuvo soberbio en fase defensiva, donde sobresale la actuación de Marc Bartra, omnipresente durante todo el encuentro.
