El Gran Derbi acabó con un empate que le vale más al Betis que al Sevilla. Fue un partido feo, aburrido y que no pasará a la historia de los mejores derbis sevillanos. El cuadro de Manuel Pellegrini no quiso arriesgar y priorizó el orden antes que el ataque, y el Sevilla acusó un once menos rodado y el cansancio de la eliminatoria contra la Juventus. Y cuando ninguno de los dos equipos está bien, lo más normal es que el partido acabé en empate.
A continuación analizamos los puntos claves del encuentro:
Un derbi sin acierto ni ritmo
Ambos equipos estuvieron muy por debajo de su nivel. La primera parte estuvo llena de imprecisiones, con mucho juego en la zona medular pero con poca profundidad. El Real Betis tuvo alguna conducción peligrosa de Ayoze, pero sin posibilidad de finalizar con acierto. Las defensas se impusieron claramente a los ataques.
El Real Betis, nulo en ataque
Es lo que menos gustó a la parroquia verdiblanca, el escaso bagaje ofensivo de su equipo. El conjunto de Manuel Pellegrini se fue del Ramón Sánchez Pizjuan sin tirar a puerta. Solo 5 disparos en todo el partido que ninguno de ellos obligó a intervenir a Dmitrovic. No fue el Sevilla de otros derbis, pero eso se piensa que si el Betis, si hubiera pisado un poco más el acelerador, podría haber rascado algo más de su visita a Nervión.
Guido Rodríguez, un día más en la oficina
Fue otra vez el mejor, el más entonado. Está terminando la temporada a un gran nivel. Contra el Sevilla, fue el principal recuperador del equipo, estando imperial en los duelos y aportando garra y sacrificio en todas sus acciones. Además, colaboró mucho en la fase de construcción y cada vez que tuvo oportunidad, miró a puerta, aunque con poca fortuna.
Robustez defensiva
Todo lo mal que estuvo el Real Betis Balompié en ataque, estuvo sobresaliente en defensa. La zaga respondió a la perfección durante todo el encuentro. Bien es cierto que durante un gran tramo del encuentro no tuvo mucho trabajo, pero tras la expulsión de Miranda, el equipo se vio obligado a meterse atrás y resistir. Y lo hizo de maravilla, comandado por un Luiz Felipe que ralló a gran nivel.
