Es difícil escribir algo que esté a la altura de la situación. A estas horas del día, lo único que quieren los béticos es que las horas del reloj pasen deprisa y lleguen las 21:00 horas. Los nervios se agolpan, las emociones recorren una y otra vez el cuerpo del beticismo soñando, que esta noche se dé un paso importante para estar en esa ansiada final. Esto es como una primera cita. Piensas en todo momento en como será el encuentro. Te preparas, te acigalas y miras las agujas del reloj deseando que corran más rápido que nunca. Te imaginas el momento, el entorno, el ambiente…Qué bonito es el amor. Y no hay amor más eterno que el del Real Betis Balompié.
Tras años de decepciones, mediocridad y tristezas, lo de esta noche es único. Parece que por fin tenemos un equipo a la altura de la afición. Esa que ayer quiso despedir al equipo en su viaje a Madrid, con cánticos, vengalas y sentimientos verdiblancos antes de esta cita. Vellos de punta con los videos desde dentro del autobus o con las fotos que han ido circulando. Si no se te eriza la piel, vaya usted al médico porque tiene un problema.
Confianza plena en este grupo de jugadores y en este cuerpo técnico. Han demostrado con creces que saben y pueden competir contra cualquiera. No ha sido un camino fácil llegar hasta aquí. Derbi, partido a todo o nada contra la Real…A medida que el sorteo iba relevando rivales muchos no daban un duro por el Betis. Iluso, este Betis se ha hecho mayor. Ha madurado, se ha hecho fuerte, y lo único que quiere es disfrutar el momento bebiendo un sorbo en una Copa donde ya se han probado las mieles de la gloría en 2 ocasiones.
En el batallón bético no estará Canales. El capitán y buque insignia del escuadrón de Pellegrini se queda en Sevilla velando sus armas para una vuelta que esperemos que hoy se encamine. Baja sensible, no cabe duda. También lo era la del comandante Guido, y mirad como salió todo en el Reale Arena. Este equipo se ha hecho fuerte a base de obstáculos. Os suena el «contra todo y contra todos» ¿verdad?. Fue en Vallecas cuando empezó a forjarse ese lema.
Un Vallecas que no será plaza fácil. Los de Iraola ha construido una auténtica fortaleza que sólo el Athletic Club de Bilbao ha sido capaz de romper. Los rayistas en casa son temibles, pero fuera de ella parecen más vulnerables. Por lo tanto, gran parte del devenir de esta eliminatoria se decide hoy. Si en el Betis hay ilusión y ambición, en el cuadro rayista no es para menos. Veremos como gestiona los de Iraola el nerviosismo o el abismo de verse tan cerca de su primera final de su historía. Como gestione las emociones igual que yo cuando estoy al lado de la persona que me gusta, van a tener un problema. Porque los Fekir, Juanmi, Borja Iglesias o el renacido William Carvalho no suelen dar segundas oportunidades.
Sé que es difícil, pero disfruten de la espera. Saboreen ese nudo en el estómago y en la garganta que puede hacer este día único. Cuiden su voz, pongáse sus mejores galas, griten a los 4 vientos su amor al Betis. Entonen el «tienes que ganar la Copa». En definitiva, disfruten del amor por el Betis. Porque creanme, no hay amor más sencillo y puro el que todos tenemos a las trece barras.