«Soñemos con otra gesta». Esas fueron las palabras que figuraban en el tifo que sacó el Benito Villamarín en el partido de ida. Y el mismo lema sirve para esta noche, donde el Betis tendrá que tirar de épica si quiere estar en la final que se disputará en su estadio.
Llegó el día. Las horas pasarán muy lentas hasta las 21:00. Muchos ni siquiera habrán dormido. Miles de béticos van de camino a Mestalla formando una marea verde. Queda otra vez muy claro que lo de esta afición, en cuanto a fidelidad y amor por los colores, no tiene nombre. Y las cosas del destino han querido que el Betis juegue el partido más importante de la última década en el día de Andalucía. ¿Premonición? No lo sabemos. Orgullosos de llevar en nuestra camiseta los colores de nuestra tierra.
Ilusión, nervios, ganas…cada bético estará viviendo estos momentos previos de una manera. Si me permiten expresar mi sentir, yo todavía no me creo que estemos a un paso de volver a jugar una final. Será porque la del 97 me pilló con 6 años y tengo recuerdos fugaces. La de 2005 con 14 y creo que no era muy consciente de lo que se había conseguido. Pero ahora con 28 años, pienso disfrutar de cada segundo de espera, de cada momento, antes, durante, y ojalá después del partido. Yo no soy uno de los locos de la cabeza que ahora mismo van de camino a Mestalla. Ya me gustaría a mí. Veré el partido con mi padre, ese que cuando yo era un renacuajo me llevó al Villamarín agarrado de su mano. Era muy pequeño, pero sí, ese recuerdo lo tengo bien fresco y lúcido en mi memoria.
Hemos vagado por desiertos muy duros durante estos años. Partidos humillantes, derrotas dolorosas, descensos bochornosos…Y hemos seguido con él. Nunca lo hemos dejado solo. Hoy tiene la oportunidad de darnos eso que creo que nos merecemos. Dar ese golpe en la mesa y quitarse muchos complejos. Hoy si se tiene delante la oportunidad de crecer. Y como esto es fútbol, puedes perder y ganar. Y pase lo pase, ahí estaré yo. Porque tenemos que ser consciente que el partido es complicado. El 2-2 de la ida resulta muy favorable para los valencianistas, que encima tendrán el calor de su afición. Parecen elementos muy en contra del Betis, pero este equipo ya ha demostrado que puede conseguir la gesta. Se ha ganado en el Camp Nou, Bernabéu, Pizjuan, San Siro…¿Es difícil ganar en Mestalla? Sí. ¿Se puede ganar? Por supuesto que sí.
Volviendo un poco a lo deportivo, Quique Setién se ha llevado para Valencia a toda la plantilla, lesionados incluidos. Es un momento único y no ha querido que nadie se pierda este momento. Obviamente Junior está descartado y hay varios jugadores que no están al 100%. Jugadores como Tello, Barragán o Jesé, que arrastran molestias, parecen que no estarán para jugar los 90 minutos ( o 120 si hay prórroga). Lo que está claro es que el Betis saldrá con su once gala, apostando por los mejores. No es un día para hacer experimentos, por lo que se prevé que el conjunto de Setién salga con sus 3 centrales y con sus dos jugadores más en forma del equipo, Lo Celso y Canales.
El Valencia, que celebra este año su centenario, quiere ponerle la guinda a sus 100 años con el pase a la final. El conjunto de Marcelino, que ha ido de menos a más en la temporada, tiene a todos sus efectivos disponibles, teniendo a Dani Parejo como jefe de máquinas. Intentarán imprimir su estilo de juego, lleno de velocidad y rapidez en la transición como ya hicieron en la ida que les sirvió para empatar in extremis.
Aunque suena difícil, el partido se debe jugar con calma. Ambos conjuntos le pueden superar los nervios y cometer errores que pueden ser fatales. El Valencia tiene la obligación de defender su resultado favorable, además con la presión añadida de estar ante su público. Por su parte el Betis, debe ir a por ese gol que desequilibre la eliminatoria, lo que le puede hacer dejar espacios atrás. Situación complicada para los dos, pero sin duda, un buen partido de fútbol.
El que os habla os ha llevado esta humilde previa, y también os llevará la crónica del partido. Ojalá poder contar el pase del Real Betis. Ojalá poder escribir que estamos en otra final. Sería una manera especial de vivir este momento. Porque ya con 28 años, enamorado del Betis desde que nací, quiero disfrutar de cada segundo, de cada letra, de cada imagen. Soñemos con otra gesta.
