Apareció el Betis del pasado. La derrota de la Real Sociedad abría la posibilidad de recuperar la quinta plaza, pero como suele pasar, el cuadro bético ha dejado pasar el tren para al menos dejar su clasificación europea certificada. Mal encuentro de los de Pellegrini, sobre todo en la segunda parte. Quizás de los peores segundos tiempos que se le recuerdan al equipo.
La acumulación de minutos en una semana con 3 partidos hizo que el chileno rotara en algunas posiciones. El Real Betis formó con Bravo, Emerson, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno, Guido, Guardado, Lainez, Tello, Fekir y Borja Iglesias. Un once con rotaciones pero equilibrado. En el segundo tiempo entraron Ruibal, Rodri, Loren y Canales. Los cambios, en esta ocasión, no cambió el guion de la segunda mitad. A continuación analizamos las claves:
Un inicio esperanzador
El Real Betis visitaba un campo donde todavía no ha sido capaz de ganar, y este año tampoco ha roto el maleficio. Por muchas urgencias que esté pasando, el Éibar es un equipo que te exige lo máximo para poder ganarles. Salieron los verdiblancos bastante enchufados, consiguiendo adelantarse en el minuto 4′ gracias a un gol de Guardado. Conexión mexicana que acabó con un zurdazo del «principito» que se cuela en la meta de Dmitrovic tras tocar en un defensa. Un inicio esperanzador que vaticinaba un partido donde el Betis entendió lo que se jugaba, aunque poco a poco se fue diluyendo.
Un plan amarrategui
Pellegrini nos ha acostumbrado en muchos encuentros a ver un equipo que tiene la posesión, que busca el dominio y que es valiente. Tras el gol, el equipo olvidó la identidad que lo ha acompañado durante muchos tramos de la temporada, y se limitó a defender y a buscar una contra para sentenciar el partido.
Los béticos no fueron capaces de hilvanar jugadas, buscaron mucho el pelotazo arriba y no generaron mucho más peligro más allá de la jugada del gol de Guardado. No pudieron conectar con Borja Iglesias, al que apenas le llegaron balones. Una propuesta muy tacaña que al final acabó pagando.
Sergi Enrich rompió la resistencia bética
La segunda parte fue un monólogo armero. Los locales, conscientes que una derrota los dejaban prácticamente en Segunda División, avasallaron la meta de Bravo con continuos centros al área que buscaban las cabezas de Kike García y Sergi Enrich. Bien es cierto que los defensas del Betis no pasaban grandes apuros para repeler las acometidas vascas. Pero como dice el dicho «tanto va el cántaro a la fuente, que al final de rompe». Y eso pasó.
La línea defensiva bética cada vez estaba más hundida, y en el enésimo centro de Rober Correa, encontró el remate de Sergi Enrich para poner el empate en el 83′. Un fallo en cadena. Álex Moreno no repliega para cerrar el centro, Bravo se quedó a media salida y Bartra defendió de espaldas ese balón que al final remata el delantero de Ciudadela a la perfección. En ese momento, se volatilizaban las clasificación europea matemática del Real Betis.
Emerson, el más destacado
En un partido gris en líneas generales del conjunto bético, encontrar al jugador más destacado en el encuentro resulta más complicado. Quizás el que menos ha desentonado ha sido Emerson. El lateral brasileño se mostró correcto en defensa, sin cometer grandes fallos. Aunque en ataque se asomó menos que en otras ocasiones, cada vez que pudo subir lo hizo con peligro.
