Partido vital el que teníamos en la tarde noche de hoy en Ipurúa. Por un lado las pretensiones locales de supervivencia en Primera División y por el lado visitante la misión verdiblanca de volver a Europa la próxima temporada.
Decía Manuel Pellegrini ayer en rueda de prensa que la motivación del Éibar por mantener la categoría tenía que ser grande, más grande aún tenía que ser la motivación del Betis por alcanzar plaza europea.
Pues parece que el mensaje caló en sus jugadores. Cuando apenas llevábamos 4 minutos de partido, tras una buena salida de balón entre Fekir y Emerson, le llega el balón a Diego Laínez que tras una buena jugada personal cede el balón en la frontal del área para que Guardado con un tiro fuerte (y tras rebotar en un jugador local) consigue subir el 0-1 al luminoso de Ipurúa cuando casi no nos habíamos sentado aún en el sofá.
A partir de aquí y hasta el final de la primera parte el guión del partido fue siempre el mismo. Un Éibar con más corazón que cabeza lanzando una y otra vez balones en largos a las inmediaciones del área verdiblanca y un Betis defendiéndose sin muchas complicaciones e intentando coger una contra o un ataque rápido y sorprender a los armeros. Tuvo el Betis algún acercamiento con cierto peligro sobre todo en las botas de Tello pero sin llegar a causar serio peligro.
Tras el descanso la verdad es que poco cambió la película. De hecho diría que se acentuó más aún el plan trazado por Mendilibar. Si en la primera parte la media era de 2 centros al minuto, en esta segunda pasó a ser de un centro al área cada 10 segundos (entiéndase la exageración). El Betis se estaba limitando a defender los balones laterales y frontales y con balón poco o casi nada del conjunto de Pellegrini.
Claudio Bravo tuvo una magnifica intervención tras un córner local al reaccionar de manera brillante a un cabezazo de un atacante rival. De aquí al final del partido se esperaba un aumento incluso del riesgo del Éibar, porque o marcaba un gol (incluso dos) o estaba más que virtualmente en Segunda División. Y así fue, los últimos 13 minutos de partido fueron un acoso y derribo del Éibar sobre las cercanías del área y portería verdiblanca. Mendilibar tiró la casa por la ventana quitando a un defensa y metiendo a otro delantero. Ciertamente tenía que intentar aprovechar la última bala de supervivencia en Primera División.
Y le salió bien. En el minuto 83 tras un gran centro lateral Sergi Enrich establecía tras un buen cabezazo y una nefasta acción de Bravo establecía el 1-1 en el marcador. Es lo que sucede cuando te metes a defender en tu área sin saber hacerlo, que en alguno de los 560 centros que han metido podían acertar.
De aquí al final del partido más de lo mismo. Un Betis inexistente y un Éibar impetuoso que no consiguió volver a mover el marcador a pesar de seguir intentándolo hasta el final.
Un partido del Real Betis muy malo, malísimo. Los verdiblancos no han dado más de 3 pases seguidos durante los 90 y tantos minutos que ha durado el partido, algo ciertamente vergonzante contra el colista y futuro equipo de Segunda División. Es más, a mi parecer diría que quizás hasta el punto puedo considerarlo de injusto a pesar de que el Éibar no practicó un fútbol brillante, pero solo por las ganas de ganar que han tenido….
Sumamos un punto que tras la victoria del Villareal nos deja en sexta posición empatados a puntos con los valencianos y a 1 punto de la Real Sociedad. Si quieren ustedes tranquilidad en cualquier temporada en lo que se refiere a tabla clasificatoria háganse de otro equipo, con el Real Betis Balompié eso es imposible.
Quedan 2 partidos, quedan 2 finales. Sigamos confiando. Sigamos soñando. Don Manuel tiene un plan.
SD Eibar: Dmitrovic, Correa, Arbilla, Oliveira, Cote (Muto 79′), Atienza, Diop (Recio 46′), Edu Expósito, Bryan Gil (Kevin Rodrigues 71′), Enrich (Pedro León 92′) y Kike García.
Real Betis Balompié: Bravo, Emerson, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno, Guido Rodríguez, Guardado, Lainez (Aitor Ruibal 65′), Rodri (Loren 72′), Fekir (Canales 79′) y Borja Iglesias (Loren 72′).
Goles: 0-1. Guardado (3′); 1-1. Enrich (83′).
Colegiado: Isidro Díaz de Mera Escuderos, comité de Castilla-La Mancha. Amonestó a Diop (34′), Oliveira (37′), Correa (52′) y Emerson (65′).
