1977. 2005. 2022. No, no es el código de una tarjeta de crédito con la que puedan comprar por internet. Creo que los béticos y béticas que lleguen a leer estas líneas no necesitan la explicación de qué significan esos años. Los dos primeros ya forman parte de nuestra gloriosa historia. El tercero esperemos que siga también ese camino.
Llegó el día, y qué difícil es escribir algo que esté a la altura de lo que estamos a punto de vivir. No esperen en este artículo analizar, detallar cómo llegan los dos equipos, analizar su juego, los puntos débiles, los hombres a seguir…También porque en una final importa menos esos detalles. Y porque tampoco es el día para hacerlo. Hoy es momento de preparar los equipajes, elegir las vestimentas verdiblancas y poner rumbo a donde vivan la final.
Algunos tirarán para la Cartuja. Otros llenarán el Benito Villamarín. Casa de amigos, plazas del pueblo, bares de Sevilla o de cualquier sitio de España…Da igual el lugar en cuestión, sólo hay un denominador común; ver al Betis campeón.
A estas horas, y todavía quedan bastantes para el partido, muchos ya se habrán levantado nerviosos, conscientes o no de lo que estamos a punto de vivir. Si algo he notado yo estos días en redes sociales, grupos de whatsapp o en conversaciones con otros béticos, es ilusión. Si me permiten la comparación, es esa sensación cuando una hermana o hermano se casa, o cuando nace tu hijo o un sobrino…Llaménme exagerado, quizás lo esté siendo. Pero si el Betis es una de las cosas más importantes de nuestras vidas, hoy no es un día cualquiera.
Llenamos Madrid en las dos últimas finales, qué esperan de hoy siendo la final en Sevilla. Más que nunca, porque siempre lo es, va a ser Ciudad del Betis. Una verdadera marea verde va a inundar cada rincón y cada calle, intentando calmar los nervios de una espera que se va a hacer interminable. Pero también hay que disfrutar de esa tensión, de ese nerviosismo, hasta incluso de ese miedo. Porque todo ha cambiado. Hace nada, todo eso tenía otra dimensión. Nervios por jugarnos un descenso en Santander. Emoción porque necesitábamos ganar en Salamanca para ascender. Tensión porque necesitabamos un gol contra el Valladolid para no bajar.
Parece que todo eso es muy lejano, pero no hace tanto. ¿Hoy es diferente, verdad? Pues por eso hay que disfrutarlo. Porque no hay, ni habrá, una afición tan fiel como la verdiblanca, y nos merecemos estos momentos. Porque hemos sido una afición maltratada, vapuleada, sufridora y abatida, que nunca ha dejado al equipo sólo. Ni nuestros abuelos, padres y hermanos, algunos de ellos culpables de este veneno que nos corre en la sangre, lo hicieron y nosotros tampoco. Por eso es día de disfrutar de cada segundo de este histórico 23 de Abril.
Poco más que añadir. Sólo queda que el fútbol, la suerte y el destino nos ayude. Esperemos que a eso de las doce de la noche, estemos poniendo rumbo a Plaza Nueva. Señal de que hemos vuelto. Muestra de que la tercera ya lleva nuestro nombre. Pero mientras llegue el partido, disfruten. Nos lo merecemos.
Alineación del Real Betis Balompié
Alineación del Valencia CF
Árbitros del partido
