Partido complicado el que teníamos en la tarde noche de ayer en Pamplona pero que gracias a la efectividad verdiblanca (ésta vez sí) cayó del lado de los verdiblancos.
El inicio del partido comienza con un ritmo muy alto por parte de Osasuna. Muchos centros, muchos balones enviados al área, buena presión de los rojillos que ocasionó el agobio por parte de la zaga verdiblanca durante los primeros 15 minutos del partido. Tras los primeros 15 minutos el Betis empieza a despertar. Comienza a tener un poco más la
pelota y cuando menos lo esperábamos, llegó el 0-1 de los verdiblancos obra de Kike Hermoso tras enganchar un buen disparo tras el rechace de un saque de falta.
Después del tanto, el Real Betis se asienta en el campo y empieza a ser superior a Osasuna en todas las facetas del juego. Con la confianza del gol, el Betis empieza a sentirse bien en el partido y sus jugadores con más calidad empezaron a hacerse notar. Tanto es así que perdona algunas ocasiones para ponerse por delante. Sobre todo una clarísima de Borja Iglesias contra el portero que consigue detener el disparo del gallego. Sin embargo cuando mejor estábamos y cuando más controlado parecía, tras este fallo de Borja, en una mala salida debido a un taconazo de Canales en una zona en la que no debe hacerse, Osasuna roba la pelota cogiendo descolocada a toda la defensa verdiblanca y Kike García tras una buena asociación se planta solo delante de Bravo y con un bonito tiro al palo
largo pone el 1-1 en el marcador.
El inicio de la segunda parte fue casi calcado al inicio de la primera. Presión, agobio, centros laterales, envíos aéreos, etc. Un sinfín de acercamiento que no sin dificultades el Real Betis supo solventar. Tras estos 15 minutos de la segunda parte, el partido entra en igualdad. El encuentro se rompe y no tiene control por parte de ninguno delos equipos, directamente, se volvió loco.
El Betis tenía mucho peligro en las contras pero sin llegar a concretar nada en el área rival. Manuel Pellegrini introdujo los cambios cuando el reloj marcaba ya el minuto 75. Cambios fundamentales, una vez más por parte del ingeniero. Cuando parecía que el partido moriría en reparto de puntos para ambos equipos, corriendo el minuto 82 un gran cambio de banda de Guardado a un gran desmarque de Montoya que consigue hacerse con el balón y a su vez ver la entrada del delantero bético al que pasa la pelota para regalar a Juanmi el balón para que anote a puerta vacía el 1-2. Gol que tuvo que dar el VAR, porque incompresiblemente, el linier había levantado el banderín por fuera de juego.
De aquí al final, arreones de los navarros con centros y balones al área y la defensa verdiblanca que achicaba balones como podía pero sin sufrir en exceso. Y para terminar, en el minuto 93 una jugada magistral al contragolpe del Real Betis Balompié con un soberbio pase de William Carvalho y una espectacular definición del tigre de Alagoas subía el definitivo 1-3 al marcador de Pamplona.
Este Betis tiene un sello, tiene un camino, una actitud espectacular y su entrenador tiene un plan.
Once de Osasuna: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Aridane, David García, Manu Sánchez; Torró, Darko, Moncayola; Rubén García, Roberto Torres y Kike.
Once del Real Betis: Bravo; Montoya, Edgar, Kike Hermoso, Álex Moreno; Guido
Rodríguez, Guardado; Ruibal, Fekir, Canales; Borja Iglesias
Arbitro: Martinez Munuera
Amonestaciones: David Garcia y Brasanac
