Julio Cardeñosa Rodríguez ha sido, sin ningún género de duda, uno de los más grandes futbolistas del Real Betis Balompié a lo largo de su historia. Un nombre decisivo cuyo liderazgo y grandeza viven eternamente en el corazón de los béticos.
Zurdo y brillante, eje del equipo, fue el cerebro que dirigió a la escuadra verdiblanca en la memorable final de 1977 que le reportó al Real Betis su primera Copa del Rey. Capitán durante varias temporadas, jefe indiscutido del vestuario, defendió la camiseta de la selección española en el Mundial de 1978 y en la Eurocopa de 1980 y, tras su retirada como jugador, fue alto cargo en el staff técnico y entrenador del primer equipo.
Nacido en Valladolid en 1949, sus primeros pasos futbolísticos los dio en su ciudad natal, principalmente en el Europa Delicias, filial del equipo pucelano. En el verano de 1974 fichó por el Real Betis, que se hizo con sus servicios. En Heliópolis permaneció durante 11 temporadas en las que disputó 412 partidos oficiales (338 de liga; 56 de Copa, 6 de la Recopa de Europa; 4 de la Copa de la UEFA y 8 de la Copa de la Liga).
Marcó 58 goles y se convirtió en el gran ídolo de una amplia generación de aficionados, que siempre admiraron su prodigiosa visión del juego, su capacidad para dirigir al equipo y su enorme profesionalidad. Todo ello, unido a una calidad innata, capaz de firmar jugadas de tal virtuosismo. Su gran golpeo a balón parado le convirtió en un especialista en el lanzamiento de faltas.
Su debut oficial con el primer equipo se produjo el 7 de septiembre de 1974 en el Insular canario en un partido contra la UD Las Palmas y previamente había pisado por primera vez la hierba de Heliópolis en el mes de agosto en el partido homenaje a Rogelio Sosa.
En la selección se estrenó 30 de noviembre de 1977 en el mítico Yugoslavia-España jugado en Belgrado que concluyó con triunfo español por 0-1.
El 5 de agosto de 1981, en partido contra el Puebla de Méjico, fue homenajeado por la afición verdiblanca y al final de la temporada 1984-85 se retiró de los terrenos de juego.
Posteriormente trabajó en el club como secretario técnico y como formador en el equipo juvenil y en el filial verdiblanco. Por fin, en las últimas jornadas de la temporada 1989-90 se hizo cargo del primer equipo, consiguiendo el ascenso a Primera División.
Para muchos, el «flaco» ha sido el mejor jugador que ha pisado el suelo verdiblanco. Sin duda, el número 10 en la camiseta del Real Betis siempre tendrá el recuerdo de Cardeñosa detrás.