Hoy recordamos a Ricardo Oliveira

Hoy recordamos a Ricardo Oliveira

Muchos son los béticos que aun recuerdan los goles del que para muchos ha sido de los mejores delanteros de la historia verdiblanca.

Ricardo Oliveira llegó al Betis en la temporada 2004-2005, procedente del Valencia y disputó un total de 62 partidos marcando 32 goles,  proclamándose campeón de Copa del Rey.

Rápidamente se ganó a la hinchada del Villamarin a bases de goles y buen fútbol haciendo una pareja temible con el también brasileño Edu.

Su primera temporada fue histórica para el club, ya que es la mejor de su historia, logrando un ansiado tí­tulo de Copa del Rey y un grandísimo cuarto puesto que permití­a disputar la Champions League.

El hábil delantero brasileño colaboró decisivamente en estos logros al ser el tercer máximo goleador de la liga con 22 tantos en 37 partidos y 4 más en la Copa del Rey, incluido el del dí­a de la final.

Empezó la ilusionante campaña 2005-2006, como un tiro y es que volvió a escribir su nombre con letras de oro en la historia verdiblancas, al anotar los dos goles de la eliminatoria previa de Champions ante el Monaco que dio definitivamente la clasificación para los béticos.

Pero la mala fortuna se cebó con el brasileño en forma de lesión, y es que cuando mejor estaba, sufrió una rotura del ligamento cruzado que le hizo estar  6 meses de baja, despidiéndose así de la temporada. Solo pudo disputar 9 partidos y marcar 4 goles.

Después de esta lesión, el Betis accedió a cederlo al Sao Paulo, para que disputara minutos de cara a su participación en el mundial del 2006. Finalmente en Agosto del 2006 serí­a traspasado al Milan.

Pocos imaginaban que el genial futbolista brasileño volviera a vestir las trece barras, pero esto se cumplirí­a en el mercado invernal de la temporada 2009-2010. Oliveira debutó de la mejor manera posible anotando un tanto en el estadio del eterno rival, con el que se lograba la victoria por 1-2. El delantero rindió a un gran nivel ya que disputó un total de 16 partidos y metió 7 goles, aunque desgraciadamente no pudo evitar el descenso de los verdiblancos a segunda división.

En Julio de 2009 se despedí­a definitivamente del club bético con destino a los Emiratos Árabes, llevándose en la maleta montones de goles y grandes jugadas en innumerables tardes de gloria en el Villamarin.