Cuando parecía más difícil, el Real Betis se presentó en El Sadar y rompió la imbatibilidad de cuadro rojillo en su estadio. Un triunfo de equipo y de carácter, que fue posible gracias a unas variaciones que introdujo Pellegrini que funcionaron a la perfección.
A continuación, analizamos las claves del partido:
Cambio de sistema
Se le pedía a Pellegrini que cambiara y probara cosas diferentes, y quizás motivado por la plaga de bajas en la mediapunta, el chileno apostó de inicio por un 4-4-2 con Vítor Roque y Bakambu en la delantera. Esto trajo, sobre todo en la primera mitad, mucha movilidad arriba, donde los centrales de Osasuna tenían dificultades en las marcas.
Un cambio que se vio refrendado en el primer tanto, donde Bakambu fijó marcas y dejó espacio para que Vítor Roque, casi en el punto de penalti, pudiera rematar el pase de Ruibal.
Volvió la presión alta
Aunque no fue capaz de aplicarla durante todo el encuentro, los primeros 20 minutos del cuadro sevillano fueron muy buenos. Estuvieron aplicados en una presión alta que le permitió robar muchos balones en zona peligrosa. De hecho, las mejores ocasiones en la primera parte vienen de recuperaciones tras presión. Después, el físico fue pesando y Osasuna empezó a hacer daño, pero si el Betis es un equipo intenso, es un auténtico monstruo competitivo.
Equipo y unión
Fue una victoria donde no hay grandes nombres destacados. Todo el equipo estuvo en una línea de notable alto. Comprometidos en defensa, fuerte en los duelos, amenazando arriba cuando se podía…Esto es lo que pedían los béticos sin ir más lejos el día del derbi. Se puede perder, pero competir debe ser innegociable.
Los cambios dieron sus frutos
No tenía Pellegrini muchos recursos en el banquillo. De hecho, las marcadas ausencias hicieron debutar a Mateo Flores, centrocampista del Betis Deportivo. Pero si hubo un cambio que tuvo una íncidencia directa en el resultado fue el del Chimy Ávila.
El argentino, motivado por enfrentarse a sus ex compañeros, fue un incordio en toda la segunda parte. Una recuperación suya acabó en la falta que supuso el 1-2, que él mismo se encargaría de anotar tras recoger un balón suelto tras una parada de Sergio Herrera. Este sí es el Chimy que necesita el Betis.
Johnny Cardoso, el MVP
Como hemos comentado anteriormente, el nivel del equipo en líneas generales fue bueno y no hay grandes actuaciones individuales, pero una que hay que destacar por encima del resto es la de Johnny Cardoso.
El estadounidense le está costando tener cierta regularidad, pero contra Osasuna pudimos ver una mejoría en su juego. Estuvo mejor sin balón que con él, ganando duelos, ayudando en defensa y recuperando balones en campo contrario. Una versión que ojalá pueda seguir mejorando.