El Real Betis cuajó un partido brillante en su estreno liguero en el Benito Villamarín, cosechando una victoria por 3-0. Desde la temporada 96/97 no empezaban los béticos ganando como local en el arranque de temporada. Los de Pellegrini salieron al campo concentrados al 100% y se abstrayeron de todo el ruido extradeportivo de inscripciones, límite salarial y temas económicos. El técnico chileno celebró su partido 100 como entrenador del Betis con una gran victoria. A continuación analizamos las claves del encuentro:
La expulsión de John decantó la balanza hacía el lado bético
Una espectacular jugada de Ruibal, jugando de lateral ante las bajas de Montoya y Sabaly, propició la roja directa del joven jugador ilicitano. El Betis. que ya había avisado antes de esta acción, sólo tuvo que seguir con su actitud e intensidad para encontrar los huecos y hacer daño a un Elche que aguantó las acometidas béticas como pudo.
Presión alta efectiva
Sin duda la presión alta que permite a los verdiblancos robar en campo rival fue una de las notas positivas en pretemporada, y contra el Elche, también se pudo ver. El cuadro de Pellegrini iniciaba una presión rápida y agresiva que permitía robar en campo rival e iniciar los ataques con mucha velocidad. En pocas ocasiones fue capaz el Elche de trenzar una jugada y avanzar metros.
Solidez defensiva
Bien es cierto, que el Real Betis no pasó muchos apuros en defensa, pero el trabajo que tuvieron los centrales béticos fue resuelto a la perfección. Con el run-run sobre la salida de Bartra, todas las miradas estaban puestas en Pezzella y Edgar, y los dos cuajaron una actuación descomunal. Sobre todo el argentino, imperial en el corte, saliendo victorioso en todos los lances.
Fekir, determinante
Cuando Fekir tiene gasolina y ganas, es un futbolista que gana partidos él solo. Marcó la diferencia en el duelo contra el Elche. Primero, con una acción de pillería, y en el tercero, con una obra de arte en forma de pase. El mago francés ha empezado la temporada con muchas ganas.
Juanmi, el MVP
El malagueño, con un doblete, demuestra que la racha del año pasado no fue casualidad y que piensa en superar los registros de la temporada pasada. Sus dos goles, ejemplo de olfato, inteligencia y definición. Dos tantos, pero que pudieron ser más si Badía no hubiera estado tan acertado.
