Victoria de prestigio la que se vivió el pasado domingo en el Villamarín. Triunfo de equipo grande, que se ha acostumbrado a ganar y que tiene infinitos recursos para hacerlo. Victoria de un equipo solidario que ha aprendido a ponerse el mono de trabajo, y aunque podríamos encumbrar la figura del ítalo-brasileño, Luiz Felipe -enorme su partido- la verdad es que en esta versión 3.0 del ingeniero defienden hasta los suplentes, pasando por los comentaristas de Radio Betis y por las 53.000 almas verdiblancas que arroparon a este transatlántico comandado por Don Manuel Pellegrini.
ANÁLISIS DEFENSIVO
Se ha empeñado el ingeniero que en el Villamarín suena la temporada que viene el himno de la Liga de Campeones y de tener a un equipo que solo encaje 30 goles. Según la estadística de los goles esperados (xG), el Real Betis debió haber perdido ayer su partido por 1.61 a 2.89. Este dato es otro síntoma más de la solidez defensiva, tanto grupal como individual del equipo que ante situaciones de gran peligro. Hasta 6 ocasiones tuvo el Villareal. Se está convirtieno en misión imposible para los equipos rivales perforar la portería del Betis, que lleva 3 de 5 porterías a cero en lo que llevamos de curso.
Y como último dato defensivo, y para mí el que más engrandece al sistema defensivo del Real Betis es el de los goles esperados en contra. Según la estadística debió encajar 7 goles y como de todos es sabido solo lleva 3. Brutal el dato, de hecho es el equipo de La Liga que lidera esta métrica.
ANÁLISIS OFENSIVO
Pero no solo de defender vive el hombre, y si hay una cosa que saben hacer los hombres de Pellegrini es atacar. Y como los goles son la salsa de este deporte, en esta faceta también está mejorando el plan 3.0. Esta mejora se observa, no en la cantidad sino en la calidad, siendo uno de los equipos de La Liga más eficientes de cara a gol (4º). En solo 19 disparos a puerta ha conseguido marcar 8 goles. Es más, si nos fijamos en la estadística de los goles esperados, el Real Betis debió de meter 1 gol menos de los que lleva, dato que no hace más que recalcar el gran estado de forma del ataque verdiblanco.
ANÁLISIS TÁCTICO
Todos estos datos no hacen más que reflejar el compromiso, la unidad y la calidad técnica y humana de este equipo que obviamente no solo se queda en los datos. Como podemos ver en el gráfico temporal de la intensidad del ataque, fue un partido muy disputado con alternativas para ambos conjuntos.
La verdad es que como bien reflejan los goles esperados, el Villarreal tuvo, y sobre todo en la primera parte ocasiones clarísimas para haber decantado la balanza a su favor, sobre todo porque tardó el ingeniero media hora en corregir esa línea de 4 atacantes que planteó Emery con los dos puntas más los dos extremos que abandonaron los costados para meterse por dentro y crear continuas superioridades, ganado así el centro del campo. Eso sumado a los dos pasillos que dejaron sus extremos a los laterales amarillos hicieron temblar el enjambre defensivo del Real Betis que finalmente salió airoso del envite.
Tras el descanso, los once guerreros de Pellegrini aprendieron la lección y salieron a por el partido desde la posición y la amplitud de las bandas que hizo que el canterano Rodri culminara una gran jugada elaborada que tuvo a varios actores; a Borja Iglesias que salió del área hacia la banda para recibir en un gran movimiento de delantero de los caros, a Luiz Henrique que por fin se decidió a encarar, driblar y centrar -es muy bueno y a poco que lo intente va a marcar la diferencia en muchas ocasiones- y como no a Rodri, camaleónico, que se puso el disfraz de Juanmi, de ratón de área para empujar con mucha calidad, y no era fácil, el balón dentro de la red. Por cierto, era la primera vez Rulli cogía el balón de las redes de su portería.
De ahí hasta el final el equipo pasó a defender en bloque bajo con las líneas muy juntas cerrando de este modo casi cualquier posibilidad de remate a portería o acercamiento peligroso. De hecho, el equipo groguets no llegó a tirar entre los tres palos en la segunda mitad y salvo la ocasión de Pau Torres en el minuto 66 apenas le creó peligro al Real Betis.
LUIZ FELIPE, IMPERIAL CONTRA EL VILLARREAL
El central italo-brasileño completó un partido sobresaliente. Atento al corte, rápido en las ayudas, decisivo y ganador en los duelos individuales, y sobre todo, con un liderazgo increíble. Esas acciones donde salía victorioso y miraba a la grada, metiendo al público en el partido, sólo lo hace un central con personalidad, mando y jerarquía. Un nivel excelente el que está exhibiendo el ex central de la Lazio.
NOTA FINAL
En resumen, victoria para seguir creciendo y no cesar en la búsqueda del objetivo en cubierta que se ha puesto entre ceja y ceja esta plantilla. Perdón, no digo plantilla, digo PLANTILLÓN, que no es otro de la de ganar, ganar y ganar y no ponerse ningún techo.
Béticos, sigan soñando despiertos y disfruten de nuestro equipo, el Real Betis Balompié.
