El Real Betis Balompié cerró la primera vuelta con una derrota en Pucela. Pero más allá de la derrota, lo que realmente deja preocupado es la imagen del equipo, con cero ambición, intensidad y ganas en un duelo contra el colista que era clave para engancharse a la zona europea.

A continuación analizamos las claves del encuentro:
Otra vez falta de intensidad
Ya se pudo ver en la primera jugada tras el pitido inicial que el Betis no tenía muchas ganas de jugar en Pucela. Desconectado, sin ideas, sin ganas ni intensidad, repitiendo la imagen que dio en Valencia o en los partidos de Conference.
El Valladolid le bastó con ser ordenado, salir a la contra y ganar duelos para hacer mucho daño al Betis, que no se enteró de la película hasta el tiempo añadido de la segunda mitad.
Jugadores con un nivel cuestionable
Manuel Pellegrini sorprendió con algunas novedades en la alineación, como por ejemplo Ricardo Rodríguez o Bakambu. El lateral suizo estuvo decente, aunque con ese nivel tampoco es suficiente. Ya lo de Bakambu no tiene calificativos.
Pero más allá de estos nombres, tampoco están en su mejor momento Abde, Altimira o Lo Celso, por ejemplo. El equipo no estuvo bien a nivel general, y solo los destellos de Isco provocaron algo de peligro.
La conexión Lo Celso-Isco
Le está costando a esta pareja de jugones entenderse. Desplazar a Lo Celso a la derecha hace que el argentino esté alejado de la zona de ataque, y su participación se vea más reducida. Será cuestión de tiempo que encuentren la armonía, pero de momento, está costando que sus virtudes se pongan al servicio del equipo.
Aire fresco
El Betis solo mostró mordiente y algo de vértigo con la entrada de los cambios, y uno de ellos fue el de Jesús Rodríguez. El canterano bético estuvo en muchas de las acciones que casi acaban en el empate del Betis. Jesús ha llegado para quedarse.
