Crónica | Real Valladolid CF 1 – Real Betis 1: Real Empate Balompié

Crónica | Real Valladolid CF 1 – Real Betis 1: Real Empate Balompié

Decía Pellegrini en rueda de prensa unas semanas atrás haciendo referencia al final de liga que el Betis ya pasó el bache que suele pasar todos los equipos en cada temporada y aseguraba que su equipo no iba a volver a pasar por esa situación. Pues míster, me va a permitir corregirle, porque viendo los 6 empates consecutivos me viene el pensamiento de que parece ser que hasta los maestros se equivocan y que usted en esta apreciación no vaticinó con exactitud el futuro de sus jugadores. Quizás no es un bache como tal, pero la dinámica es negativa.

Se plantaba el Real Betis en pucela con una oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa en sus aspiraciones de Europa League sabiendo ya que la Real Sociedad perdió su encuentro en la tarde de ayer y que a priori el Villareal tiene un duro hueso con el Getafe esta misma tarde.

Pues ni la motivación de un partido de élite, ni si quiera la motivación extra que debía suponer lo comentado en el párrafo anterior fue suficiente para que el conjunto verdiblanco saltara al césped del José Zorrilla a comerse a un rival que estaba, y está, en situación delicadísima en la tabla con todos los factores psicológicos que ello implica.

A mi entender, Pellegrini se equivocó en el planteamiento inicial y se equivocó en los 11 jugadores elegidos. El partido empezó y transcurrió (hasta el minuto 80) con un contínuo ida y vuelta, sin hacer una parada en boxes en medio campo. Ataques constantes de uno y otro, ataques a veces descontrolados, ataques a veces sin sentido y sobre todo imprecisiones, muchísimas imprecisiones en pases presuntamente fáciles de ambos conjuntos. Durante muchos minutos parecía un partido de pretemporada en Agosto a 40 grados en el que los jugadores tienen las piernas tan cargadas de los entrenamientos físicos que no atinan aún con la pelota.

El Betis nada más empezar tuvo una buena ocasión con un tiro de Aitor Ruibal que paró bien Roberto. Al Valladolid le anularon un gol por un fuera de juego milimétrico y posteriormente otro a Borja Iglesias por un claro fuera de juego de Miranda en el inicio de la jugada. Y futbolísticamente estas 3 líneas son el resumen de la primera parte. Imprecisiones, jugadores desaparecidos (o escondidos), líneas separadas y mucho mucho espacio en todo el terreno de juego.

El inicio de la segunda parte se presentó esperanzador para un Betis que parecía había salido decidió a por el partido y los 3 puntos. Tanto es así que en el minuto 49 tras un buen pase de Miranda y una malísima colocación del portero local, Aitor Ruibal conseguía subir el 0-1 al marcador.

A mí me dijeron cuando era pequeño que el mejor momento para hacer un gol es justo después de ya haber hecho uno y parecía que el Betis tenía en mente esta frase que les comento porque tras el gol de Aitor tuvo hasta 3 ocasiones clarísimas para poner el 0-2 y finiquitar el partido. Pero como siempre, como históricamente nos pasa y como tradicionalmente se suele decir entre los aficionados, “el Betis es el Betis. Si hubiera sentenciado en 10 minutos no sería el Betis”.

Ocasiones falladas tan claras como inadmisibles cuando en juego está un billete para viajar por el viejo continente. Así es imposible ganar un partido. Así es imposible competir por Europa. Porque además, y siguiendo con el refranero, “el que perdona lo acaba pagando” y si de por medio está el Betis lo acaba pagando seguro.

El entrenador local reaccionó con 3 cambios para cambiar la tendencia del partido y lo consiguió. El Valladolid después de ver como el Betis le había dejado con vida consiguió inclinar el partido hacia nuestra portería. En ese instante que se percibía perfectamente que la dinámica ya había cambiado es cuando el entrenador del Real Betis tenía que haber tomado medidas. Tenía que haber hecho cambios, haber dotado de aire fresco al equipo porque era más que evidente lo que acabaría sucediendo en el minuto 68 cuando Weissman con un potentísimo cabezazo subió el 1-1 al luminoso. Nunca conseguiré entender como con 250 ayudantes e integrantes del cuerpo técnico nadie es capaz de percibir esto a pie de campo. Pero bueno, serán cosas mías de aficionado.

De aquí al final del partido el Valladolid tuvo un par de arranques pero poco más. Decidió los últimos 15 minutos que el empate le valía para salir del descenso y que mejor nadar y guardar la ropa. Renunciaron a la pelota y plantaron dos autobuses cerca de la línea del área y a despejar balones sin más. Pues incluso con este planteamiento el Betis tuvo dos ocasiones. Una primera con una incursión de Canales que no consigue encontrar un pase dentro del área y una clarísima de Loren Morón que estando sólo dentro de área tras un gran pase de Mandi cabecea muy desviado y alto por encima de la portería de Roberto.

Un empate seguramente injusto, un empate seguramente inmerecido. Pero ya saben cómo funciona esto, cuando el Betis está por medio, si algo puede salir mal, saldrá mal. Necesitamos que Pellegrini vuelva a tocar la tecla acertada, necesitamos que vuelva esa pizquita de suerte que hemos tenido durante un período del campeonato pero sobre todo necesitamos que los jugadores que por sueldo y por nombre son los más importantes de la plantilla den un paso al frente. Hablo sobre todo del más que desaparecido Fekir, un desastre el partido del francés.

Yo sigo confiando en el ingeniero. Sigo confiando porque nos han dado más que motivos suficientes para ello aunque según resultados podamos acabar la jornada fuera de plazas de Europa League. Quedan 4 partidos. Quedan 4 finales.

Ah, por cierto, antes de acabar quisiera comentar el atropello arbitral que ha sufrido hoy el Real Betis Balompié. La actuación del señor Pizarro Gómez es digna de árbitro de barrio. Es digna de esos árbitros en categorías amateurs que van a pitar a barrios poco amigables en los que o pitas a favor del local o lo mismo no vuelves tranquilo a casa. El Real Valladolid ha repartido de lo lindo. Ha repartido en cada balón dividido al borde del reglamento y se lo han permitido. Y ya no es que no sacara amarillas (porque solo eran para los de verdiblanco) es que ha habido al menos 7-8 faltas clarísimas que el señor del silbato se ha fumado cual adolescente en un banco de una plazoleta. Sería conveniente que el colectivo al que pertenece tuviera cuidado con ciertas cosas de moda en la actualidad, que también Trippier pensó que nunca descubrirían ciertos asuntos que finalmente le acabaron propiciando una sanción de 3 meses sin jugar. Ahí dejo eso.

No lo olviden, Don Manuel tiene un plan.

Real Valladolid CF: Roberto, Luis Pérez (Janko 53′), El Yamiq, Joaquín (San Emeterio 53′), Javi Sánchez (Olivas 53′), Olaza, Míchel (Jota 53′), Roque Mesa, Orellana (Marcos André 70′), Plano y Weissman.

Real Betis Balompié: Bravo, Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda, Guido Rodríguez, Guardado (Joaquín 70′), Canales, Aitor Ruibal (Tello 78′), Fekir y Borja Iglesias (Loren 83′).
Goles: 0-1. Aitor Ruibal (48′); 1-1. Weissman (68′)
Colegiado: Valentín Pizarro Gómez, comité madrileño. Amonestó a Víctor Ruiz (18′), Guardado (40′), Javi Sánchez (48′), Janko (87′), Mandi (90′) y Fekir (91′).