-Llegó el día hijos míos.
-¿Qué día Papá?
El día de la voz desgarrada, el día el cual no importa la edad. El día en el que el llanto se convierte en alegría y la alegría se transforma en llanto…
Ha llegado el Derbi.
21:00 de la noche, Benito Villamarin. Pero ¿Esto comienza aquí? La respuesta es, no.
Para los que algunos llaman de forma muy simple “partido”, comienza desde que sale el calendario liguero y los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte tras el final del partido anterior.
Hoy se enfrentan el verde y rojo. Por respeto, honor y orgullo a unos colores, por los están y por lo que se fueron.
Nos guste o no, hoy no familias ni amigos. Hay sentimientos que solo lo viven que lo ha mamado.
Venimos de resultados muy malos, pero los derbis no se miden por rachas, ni sirven las estadísticas. Rste equipo se ha ganado el creer. Y una victoria te sube al Olimpo. A muerte con los once que saldrán mañana a defender el escudo por el damos la vida.
Enfrente estará el eterno rival. Que aunque muchos se empeñen en decir, «para nosotros es un partido más», se concentran después del entrenamiento para dar el último aliento. No hay mayor logro para la ciudad de Sevilla que ganar un equipo a otro.
Hoy al salir de casa, siempre con la cabeza alta y con la mentalidad de que los gladiadores de la casaca verdiblanca se dejaran la piel por ti y tú, aunque con la voz rota desde la previa, te partas el alma para animar, aunque todo se ponga en contra. Que cuando llegue el minuto 2&, Miki desde arriba, os mire y asienta sabiendo que no falláis.
Tras el partido sea cual sea el resultado, jamás renieguen de lo más valioso que te dieron tus ancestros, porque la vida es el Betis y el Betis en la vida
CALLEN AL QUE NUNCA CREYÓ
GANAR O MORIR
BETIS O MUERTE
