El ansiado debut en la Europa League nos trae sabor agridulce, una sensación totalmente generalizada. Aún más acentuado que el día de Valencia, el Real Betis parece dejar de sumar dos puntos por falta de hambre, actitud ofensiva, raza. Claramente el Real Betis Balompié tiene identidad, juega al estilo Setién, pero se ha asentado en una falsa zona de confort que no lleva al equipo a nada. Nos recuerda a la peor versión de la selección española, con largas posesiones infructuosas y sin ganas de morder. Aquella que ha caído estrepitosamente a las primeras de cambios de las competiciones que ha jugado. Pero no quiero cargar este post de negatividad, el equipo técnico está a tiempo de arreglar esto y desde Betis.mobi esperamos que den buena cuenta de ello.
El equipo se presentaba con varios cambios respecto al once de Mestalla:
Joel Robles en la portería, Tello de carrilero izquierdo, Sidnei si repetía de central izquierdo, Javi García eje de la defensa, Mandi central derecho y Barragán en el carril derecho. El medio del campo era para Joaquín, Guardado y Lo Celso. Dos delanteros cerraban el once: Sergio León y Loren. Como vemos, el esquema habitual de Quique Setién está alterado, esta vez contó con dos delanteros. Aparentemente se debió a la necesidad de atacar y presionar con intensidad a los centrales de Olympiacos, que ni son rápidos ni son especialmente hábiles en la salida de balón. Se produjeron tres cambios a lo largo del partido, todos en la recta final. León dejaba el campo y lo suplía Canales. Joaquín salía y entraba Sanabria. Por último, Inui sustituía a Lo Celso. Finalmente el dibujo permaneció y el resultado también.
Claves del encuentro:
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Dos delanteros:
Hemos hablado de ello a lo largo del artículo, los centrales de Olympiacos no son especialmente rápido ni buenos en la salida de balón y el equipo técnico quiso aprovecharse de ello.
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¿Problema con el ataque?
Seis partidos y un solo gol, podemos empezarlo a calificarlo de problema. Pero no pensamos que el problema sea especialmente de los tres delanteros de los que se dispone en la plantilla, creemos que el problema está en el juego del equipo. El Real Betis, si bien no ha perdido su identidad, anda más preocupado porque no le hagan gol que por hacerlo. El equipo se defiende a través de la posesión y baja en bloque, defiende bastante bien. Pero para atacar, o se precipita demasiado rápido o no se madura la jugada con acierto (se soba la pelota con pases muy lentos, previsibles, no hay capacidad de sorprender, tampoco de forzar el error). Otro de los aspectos que nos hace pensar en ello es la cantidad de pases de seguridad que se llevan a cabo y el poco riesgo que se está dispuesto a asumir, mucha horizontalidad y poca verticalidad. Queremos hacer una reflexión respecto a los delanteros, éstos apenas son buscados a lo largo del partido y menos encontrados. Cuando se juega en posesión suelen ser meros espectadores desde la lejanía, no tanto así cuando se pretende montar una contra; entonces se les manda un pelotazo que normalmente tienen perdido contra los centrales. Y por último, cuando por fin se les quiere buscar ellos han perdido la confianza en ello. Sirva de ejemplo la jugada que hace Tello llegando a zona de centro, poniéndola rasa al área y ninguno de los atacantes llegó al remate, habían perdido la fe en que sus compañeros les buscasen. Y es que normalmente las cosas no ocurren por una sola causa, son fruto de distintas variables. Es difícil que de la casualidad de que los tres delanteros están desacertados, tres delanteros que el año pasado marcaban con asiduidad, los tres ¿no creen? Ahí dejamos la cuestión para que ustedes también lo reflexionen.
