Victoria importantísima del Real Betis Balompié, que da un salto de gigante para afianzar su clasificación europea. Ha recuperado el cuadro sevillano el carácter competitivo y la inercia ganadora en el momento clave de la competición. En un encuentro disputado y sufrido, el Betis tiró de eficacia, volvió a resistir y también le acompañó la suerte para sacar tres puntos de oro.
Eficacia y ese puntito de suerte
El partido empezó con un susto en el primer minuto del partido. Por suerte, el remate de Isi se fue al palo y el marcador no se movió. Ese gol pudo ser una losa para el cuadro bético. El Betis respondió a ese avisó con el golazo de Sabaly, asentando un mazazo a un Rayo que tuvo dos balones más al palo. La suerte que a veces le ha sido esquiva, contra el Rayo le sonrío. Y esa pizca de suerte, unido a la efectividad del cuadro verdiblanco, le permitió llevarse tres puntos vitales para Europa.
Una segunda parte un tanto gris
El Real Betis no entró bien a la segunda mitad. No tuvo la pelota, le tocó replegar y ponerse el mono de trabajo. Así recortó distancias Comesaña de cabeza, en una jugada mal defendida por parte de la zaga bética. Sufrieron los de Pellegrini en la segunda parte, y no fue hasta la entrada de los cambios, donde no recuperó algo de control y pudo sentenciar el partido.
Guido Rodríguez, imperial
El partido del pivote argentino fue descomunal. Fue omnipresente y apareció en todo el partido. Providencial en el corte, cortando innumerables ataques visitantes, siendo el punto de equilibrio del equipo en un encuentro donde hubo fase de dominio rayista. Sus números son espectaculares, de ahí que los lectores de Betis.mobi lo hayan elegido el MVP del choque.
Los cambios de Pellegrini, fundamentales
El Rayo Vallecano apretó en la segunda parte y quizás Pellegrini tardó un poco en mover el banquillo. Pero eligió las piezas a la perfección. Sobre todo en el cambio de Rodri, ya que el canterano le dio al equipo lo que necesitaba. El Betis recuperó la posesión y de nuevo creó peligro en la derecha desbordando y habilitando a sus compañeros. Para muestra el tercer gol que supone la sentencia. Rodri dio el pase que dejó sólo a Joaquín, y este sólo tuvo que ceder a Borja Iglesias para que pusiera el 3-1.