Artículo de opinión | Que no pasen otros 17

Artículo de opinión | Que no pasen otros 17

Qué difícil explicar todo lo vivido ayer. Qué mezcla de sentimientos y sensaciones. Y que complicado es expresar todo esto. La explosión de felicidad y júbilo que tuvimos todos los béticos anoche. Alegría, tristeza, recuerdos, resacas…muchas cosas seguimos teniendo hoy. Cada uno a su manera. Yo personalmente soy más de recuerdos y añoranza. No soy muy longevo, pero ya pinto canas y he vivido muchas épocas de Betis. Ascensos, descensos, finales de Copa ganadas y perdidas…todo lo que es un bético.

Y claro, recuerdos…los recuerdos de los que no están y nos han inculcado tanto beticismo. Ayer me emocioné como todos los béticos. La llegada del autobús al estadio llena de fervientes seguidores apoyando al equipo desde ahí abajo, aunque no tengo ninguna duda de que estaba más repleto desde ahí arriba, y es inevitable acordarnos de ellos. Porque todos tenemos a alguien que ya no está, y no podemos vivir junto a ellos estos momentos tan bonitos. Porque no me cabe la duda de que ellos lo están viviendo, pero no juntos a nosotros. Así que la alegría tiene ese matiz de tristeza, bueno no de tristeza, pero sí de melancolía.

Del equipo y sus jugadores no puedo sentirme más orgulloso. Anoche vi a un cántabro, a un gallego, catalán, portugués, francés, mejicano y canterano, con la mandíbula más desencajada que muchos aficionados. Y yo sé que todos los que pasan por este bendito club, algo les pasa. Algo hay por el ambiente, en ese estadio, en esas trece barras que una vez que las vistes eres preso para toda tu vida.

Pero si a eso que te atrapa, unes unos jugadores con una calidad y unas ganas de ganar infinitas, se ve lo que vimos ayer. Ahí abajo hay muchos que ya son igual de béticos que nosotros. Tuvimos la suerte de sentir lo que sentimos. Sé que los que no lo sienten no nos pueden, ni nos van a entender nunca. Mi mujer, por ejemplo, ya se va acostumbrando, pero sé que nunca me entiende, pero lo siento, poco a poco la voy convirtiendo. Ni que decir que mis hijas ya son más béticas que yo, pero bueno eso era una obligación. La educación que me dieron a mí, estaba obligado a dársela a ellas, y lo primero es lo primero.

Soy bético de fuera, de los que tenemos la desgracia de solo poder seguirlo de vez en cuando. Y sé que lo sentimos igual, ni más ni menos por estar cerca o lejos de ti. Solo que a todos esos que tenéis la suerte de estar más cerca de él, de sentirlo en primera persona, lo único que puedo teneros es esa envidia sana de no poder estar ahí más a menudo.

Y ya para terminar solo quiero pedirles una cosa, Real Betis balompié. Que no pasen otros 17 años para poder vivir cosas tan bonitas. Yo me siento un privilegiado. Soy riojano, bético de nacimiento y he podido vivir noches como las de ayer. Pude estar en la final del 1997 y en la del 2005. También en la previa de Champions, en Milán, aunque también en Burgos, Salamanca, etc, etc…Pero hay muchos que aún no lo han vivido, o desgraciadamente no lo han podido vivir.

El 23 de abril hay una cita preciosa, pero estoy seguro de que muchos béticos no podrán estar por diferentes circunstancias. Económicas, laborales, personales…Por favor hagan una cosa, pónganoslo difícil para tener escusas para no estar a su lado. Que estas cosas sean más a menudo, para que todos tengamos posibilidades de vivirlas. Sean grandes, tan grandes como el pedazo de afición que tienen.