Artículo de opinión | Siempre en el filo del alambre

Artículo de opinión | Siempre en el filo del alambre

Hay cosas en el Real Betis Balompié que no entiendo. O al menos me falta información para poder comprenderlas. Y el tema económico del club verdiblanco es uno de esos temas que al menos a mí, me tiene desconcertado. Otro verano más donde el aficionado está haciendo cuentas sobre límite salarial, salidas y fichajes ya que desde la prensa se desliza que se avecina otro mercado difícil y austero.

Tras tres temporadas clasificándose a Europa de forma consecutiva, algo histórico para los de Heliopolis, era el momento de afrontar la siguiente temporada un paso hacia adelante. Seguir con ese proceso de crecimiento, de ambición y de exigencia, porque a pesar de todo, el club ha crecido y es una realidad.

Pero la sensación que queda desde fuera, es que este club es un continúo acto de resistencia. Es el mástil que intenta mantenerse en pie tras ser azotado por fuertes vientos. O ese funambulista que mantiene el equilibrio en un cable tenso que conecta dos colinas. Porque cuando no había problemas económicos, eran las planificaciones deportivas las que fallaban. Y ahora, que se ha acertado en los mimbres que hay en el verde y en el capitán del barco, lo que faltan son los recursos. Una situación, que por una cosa o por otra, no está permitiendo que el gigante dormido siga avanzando como muchos quieren.

Y es que estos días no se habla otra cosa en el beticismo que de números y de economía. ¿Obligado a malvender a sus mejores activos? ¿Abocados a una ampliación de capital? ¿Qué ha pasado con el préstamo que se firmó con Prycoa de 65 millones? ¿Le seguimos echando la culpa al Covid? Muchas preguntas que a mi me gustaría responder pero que lamentablemente no tengo la información. Y todo este galimatías, con un equipo que será de los que más generan en ticketing, con tres clasificaciones europeas y un título copero hace un año. Méritos deportivos, que por desgracia, no han permitido llenar las arcas como hubiera gustado.

Ante este desconcierto, el Real Betis Balompié saca su nueva campaña de abonados (llamativo la premura con la que lo han hecho este año), donde hay una subida de los carnets y una pérdida de diferentes bonificaciones que han hecho enfadar a todo el beticismo. Está claro que los sentimentalismos en el fútbol solo pertenecen a los aficionados, y que ahora en los clubes solo impera el dinero. Pero se entiende el enfado y la crispación. Si a todo, le unimos la situación económica de la entidad, ya tenemos todos los ingredientes para se active el «modo drama».

Aunque al leer estas líneas se puede llegar a caer en el pesimismo, esto tiene una fácil solución. Salir y dar explicaciones. Admitir errores, proponer estrategias y que el bético sepa realmente como está su club. Porque al final tiene el derecho a estar informado. Que por eso paga, y lo visto este año, no poco.