Tras el empate a dos con el que inauguró su periplo europeo el Real Betis, ahora el objetivo va más allá y los de Pellegrini buscan conseguir la primera victoria esta temporada en Europa.
Los béticos se enfrentarán a un escenario intimidante y a un rival cuya última derrota fue el 31 de Agosto. A pesar de jugar como visitante, y eso en Europa siempre es más difícil, el cuadro hispalense buscará imponer su mayor calidad y recursos, como ya hicieron en 2022 cuando ambos se enfrentaron y que acabó con victoria bética.
Con la confianza por las nubes para conseguir el primer triunfo europeo
Tras la gran victoria en Liga contra Osasuna por 2-0, el cuadro de Manuel Pellegrini sigue dando muestras de crecimiento y madurez. Ahora toca demostrar esa versión en Europa.
Pellegrini rotará el once, dando entrada a jugadores como Riquelme, Lo Celso o Bakambu, que vienen con las piernas frescas. Donde no hay tantas opciones será en la defensa, ya que las bajas obligarán a que la pareja Natan-Valentin repitan de nuevo. Buen partido se marcaron ambos contra Osasuna.
Las bajas para este choque son Bartra, Llorente, Deossa e Isco. Este último avanza en su recuperación y ya no porta la férula inmovilizadora.

Un grande de Bulgaria, a sorprender al Betis
El Ludogorets se ha hecho cierto nombre en Europa y ya es un habitual en estas competiciones. Vienen en un buen momento, ya que su último partido de Liga golearon al Montana por 3-0. En el campeonato liguero marchan terceros con un partido menos, a dos del líder.
Además, su estreno en la Europa League fue inmejorable, con una victoria a domicilio contra el Malmo por 1-2, por lo que afrontan el duelo contra los béticos con mucha confianza.
No hay muchos jugadores conocidos en su plantilla. Como anécdota, en sus filas hay un jugador español que se llama Son, que ha reconocido abiertamente ser socio del Betis. El máximo goleador en liga es el centrocampista Chochev, con 5 tantos y 2 asistencias.
Rui Mota varía un poco sus esquemas. Generalmente, en Liga ha usado un 4-1-4-1, mientras que en Europa League ha optado por un 4-3-3. Es un equipo con vocación ofensiva, que quiere salir rápido a la contra y que prioriza el orden de sus líneas.
Europa siempre exige sacar tu mejor versión, y el Betis lo sabe. Estamos en la segunda jornada y queda mucho, pero una derrota en Bulgaria alimentaría fantasmas del pasado.