21 días para que comience el mes de Julio y con él llega la deseada apertura y el pistoletazo de salida al mercado estival de fichajes. Un mercado que desde mi punto de vista se prolonga demasiado en el tiempo ya que la mayoría de operaciones acaban haciéndose en las últimas dos semanas y que por otro lado, opinión personal, debería de cerrarse el día antes de que dé comienzo la primera liga Europea que suele ser la inglesa.
Pero vamos a lo que vamos. Vamos a nuestro Betis. Ahora que el club deportivamente ha tomado vuelo y velocidad de crucero se avecina uno de los mercados más importantes y decisivos, probablemente, en la historia del club.
¿Por qué digo esto? Pues les voy a dejar la opción de que elijan cual de las dos posturas sería la más adecuada de cara a la gestión de los fichajes y ventas para la temporada siguiente. Por un lado, tenemos la vertiente que basa el mercado de fichajes en hacer al menos una gran venta o varias ventas menores, ya no solo para cuadrar esa deuda que tenemos, sino también para hacer frente a los fichajes que la secretaria técnica está buscando.
En este caso sería absurdo no ver los beneficios económicos y de margen salarial que aportaría al club una o unas ventas importantes y además (tenemos el claro ejemplo del eterno rival que lleva años vendiendo sin parar y no ve mermado su rendimiento deportivo) que comprar barato y vender «caro» es la forma más sencilla de ajustar cuentas, tener dinero para nuevos jugadores e incluso ampliar los presupuestos del club.
Ciertamente hay quien tiene mucho miedo a vender a los jugadores claves, y como no tenerlo. Desprenderse de Fekir, de Guido, de Álex, de Bartra o de algunos de los atacantes que suman 40 goles entre ambos o incluso, como se rumoreaba ayer por los mentideros, de Rui Silva, pero ¿no es esa la mejor forma de seguir creciendo? Puede que sí, puede que no.
Es cierto que te da colchón económico pero, ¿y si el/los que vienen no encajan igual? La pregunta real que me hago es si es estrictamente necesario romper esa cohesión de grupo y vestuario y su funcionamiento por aumentar las arcas del club. Habrá quien leyendo esto sea partidario de esta posición del club en este mercado. Es respetable, entendible y lógico. Algunos, incluso yo mismo, podéis pensar, con una buena venta aparte de pagar la deuda, podemos fichar a 2-3 jugadores de nivel que eleven el fondo de armario de la plantilla. Pues sí, perfectamente puede darse claro. Y soy de la opinión de que si es una buena oferta no hay que tener miedo a vender porque eso es crecimiento en todos los sentidos.
Estoy más que seguro de que el club está en el barco de esta primera postura, y repito, lo veo lógico y normal. Pero, ¿y si no? ¿Y si la postura que debe adoptar el club es buscar como sea ese dinero para cuadrar la deuda a final de junio de otra manera que no sea una venta importante y conseguir mantener a todos sus pilares una temporada más? Puede que sí, puede que no.
Y ustedes dirán; sí, muy bonito pero y ¿de dónde sacamos el dinero para la deuda? Pues ahí me pillan, pero para eso hay un magnífico grupo de trabajo en el club que pueden buscar recursos y alternativas para ello. También hay un presupuesto anual que debería valer para acometer fichajes, sino, ¿dónde esta el dinero y para que se usa? Eso es otro tema que ya trataremos, volvamos al asunto de hoy.
Quizás sea el instante para buscar patrocinadores nuevos aunque sean comprometidos de cara a la opinión pública pero que dejen dinero. O quizás sea la temporada para jugársela e «hipotecar» las cuentas del club para dar ese salto de calidad que por malas gestiones varias veces no hemos dado cuando todo estaba de cara. Quizás ha llegado el momento de darle un nuevo apellido al estadio de nuestros amores que nos aporte un beneficio económico muy considerable. O quién sabe, quizás sea el momento de pedir un préstamo a quien fuere para que no se rompa este bendito binomio plantilla-entrenador y mejorarla para intentar dar por fin un golpe sobre la mesa.
Algunos diréis, este chaval que escribe está loco (gracias por lo de chaval, que uno ya tiene unos años) pero os planteo, ¿cuando va a volver a juntar el Betis a jugadores con esta calidad con un entrenador que es un regalo del cielo? Históricamente para los equipos mortales no es lo habitual, esto les pasa cada X años. Por eso también opino que es el momento de aguantar como sea los pilares y la estructura del equipo.
Lo que yo personalmente tengo claro es, sin quizás, que es el momento de jugársela e intentar aguantar la columna vertebral de equipo que ha desplegado el mejor fútbol en toda la Primera División divirtiendo tanto a propios como ajenos y aportarle esos 3-4 jugadores que suban el nivel de la plantilla para optar a todo en Europa y en la lucha por meternos en Champions.
Éste que escribe se siente identificado con ambas posturas, algo ilógico probablemente y cercano a la bipolaridad, pero nada más lejos de la realidad. ¿Y ustedes, que opinan? ¿Es más correcta la primera postura porque no supone riesgo económico?, ¿O es el momento de apostar por la segunda postura porque es ahora o nunca y si no sale bien ya veremos cómo nos recuperamos? Puede que sí, puede que no.
