Por fin terminó esta odiosa y fastidiosa gira sudamericana. Eso habrán pensado todos los béticos/as tras el tercer partido que ha finalizado con derrota bética por 1-0. A buen seguro esta experiencia en Argentina y Chile habrá sido muy beneficiosa para las arcas del club, pero en otros aspectos ha tenido un saldo muy negativo. Las goleadas recibidas, la imagen durante la gira, la actitud desmedida y un tanto agresiva de los rivales o el desgaste de unos jugadores con lesiones incluidas no invitan a pensar que haya sido muy rentable cruzar el charco.
Resume muy bien lo que ha sido esta gira insólita en Sudamérica la imagen de Manuel Pellegrini expulsado, harto de patadas y juego sucio por parte de un Colo-Colo que parece que estaba jugando la final de la Libertadores. El técnico bético saltó al campo cansado de ver la cacería que se estaba perpetrando en el césped, y no dudó en salir y protestar contra un árbitro casero y que permitió todo tipo de entradas.
Era obligatorio mejorar la imagen dada en los anteriores partido y así se hizo. El Real Betis salió más serio y concentrado, sin cometer mucho errores. De inicio salieron Rui Silva, Montoya, Edgar, Félix, Álex Moreno, Paul, Canales, Luiz Henrique, Fekir, Juan Cruz y Borja Iglesias.
La primera parte fue de menos a más. Al Betis se costaba hilvanar jugadas pero tampoco sufrió mucho en defensa. Poco a poco y con el paso de los minutos, empezó a coleccionar llegadas, pero falló la puntería. Resaltar sobre todo al filo del descanso, una doble jugada en un tiro de Borja Iglesias que paró el portero chileno y el posterior rechace lo mandó fuera Fekir.
La segunda parte nos dejaría la mala noticia del día. Juan Cruz se tuvo que retirar lesionado por una aparente lesión muscular. El partido empezó a tornarse en algo muy feo. Entradas, patadas, interrupciones…Era un milagro que salieran vivos y enteros de Chile.
En el 77, Gil metería el único gol del encuentro tras aprovechar un barullo en el área y conectar un disparo pegado al poste. Poco o nada se jugó desde ese minuto. En el 82′, Miranda y Bolados serían expulsados por la patada del chileno y la reacción del de Olivares. Se formó una tangana hasta con Pellegrini dentro, muy disgustado por la actuación arbitral y la permisividad durante todo el choque.
Con el pitido final todos los béticos respirarían aliviados, viendo que esta desastrosa gira por fin ha terminado. El equipo verdiblanco se toma ahora un par de semanas de vacaciones. Descanso necesario que ojalá ayude a recuperar frescura y sensaciones.
