Ganas de Betis

Ganas de Betis

Querido amigo bético;

Dede el pasado 8 de marzo de 2020 no coincido contigo para debatir de esa alineación del míster, para recriminar esa acción de nuestro defensa que podría haber hecho más en esa jugada o la de aplaudir y llevar en volandas a nuestro equipo hasta la victoria. Y es que en este estadio que tantas alegrías y a la misma vez tantas decepciones hemos tenido que recibir, han merecido la pena para convertirnos en más fuertes. Aun recuerdo como si fuera ayer el último descenso, con una de las peores plantillas de este club centenario. Pero eso no nos hizo hundirnos, si no todo lo contrario. Nos hizo unirnos más que nunca para llenar nuestro bendito templo domingo tras domingo hasta volver al sitio del que este equipo nunca más debe de salir. Aunque son momentos lejanos este que aquí escribe no olvida esas heridas que tiene mi corazón verde.

Como es obvio es más bonito recordar los buenos momentos y aquí sí que me vienen muchos más. Empezando por esta última temporada. Como nuestro ingeniero nos ha llevado hacia la competición europea. Como hemos peleado por estar en esa semifinal de Copa del Rey. Aun recuerdo cómo me dolió ese gol de Raúl García de cabeza que nos llevó a esa maldita tanda de penaltis donde salió victorioso el hoy aclamado Unai Simón. Para el bético le quitó una semifinal de Copa pero ahora salvando las distancias nos dio otra con la zamarra de la selección española. Pero eso no enturbia la gran competición de nuestro equipo enfrentándose con rivales de enjundia como también fue la Real Sociedad y en la que esa noche rugió el Panda. Como dice el bueno de Andrés Ocaña; «en el área manda el Panda». Espero escucharlo durante esta temporada muchas más veces.

Otro de los buenos recuerdos de esta bendita temporada amigo bético es el de Vigo. Como se levantó el equipo. Qué garra, qué coraje, qué orgullo de Betis. Este es el camino por el que debemos de seguir y que las lágrimas de los malos momentos, como fueron las de Juan Miranda en esa eliminación de la Copa del Rey contra el ya mencionado Bilbao, sirva para coger más fuerza. Que en esta ocasión las lágrimas que podamos derramar sean de emoción por conseguir grandes cosas. Por el que está aquí con nosotros, por el que este año por diferentes circunstancias no puede estar sentado en su asiento y por el que por el maldito bicho no podrá estar presente pero sí que estará su alma animando a su bendito Betis.

Y es que no veo el momento en que este que suscribe estas líneas, vea salir por esa bocana comandado por nuestro capitán con su brazalete y suene «Aquí estamos todos para cantarte tu canción». Esos vellos como llaves Allen. Alguna que otra lágrima puede ser que le caiga a más de uno pero será lagrima de ver que poco a poco la normalidad está llegando y la normalidad para el aficionado bético será cuando pise el templo y pueda ver a sus gladiadores en el terreno de juego dejándose el alma por todos los béticos.

Con estas breves líneas he intentado resumir un poco el anhelo de un humilde simpatizante/aficionado del Real Betis Balompié que echa mucho de menos a una parte de su familia que no es otra que todo aquel aficionado que sufre y celebra cada momento de estos locos de la cabeza.