Pellegrini es mi pastor, nada me falta

Pellegrini es mi pastor, nada me falta

Hoy comienza el Real Betis Balompié 2021/2022. Una temporada que será tan difícil como ilusionante y creo que es un buen momento para dedicarle algunas palabras al gran artífice de la clasificación Europea del Real Betis Balompié.

Don Manuel Pellegrini llegó a un club en situación complicada. Un Betis que económicamente no estaba (ni está) en los mejores momentos y con una plantilla, que salvo dos pinceladas nuevas, la temporada anterior quedó el décimo quinto en la tabla clasificatoria.

Hace ya unos días, en la entrevista que le hicieron en la TV oficial del club, decía Manuel Pellegrini que él no vino al Betis por el tema económico ni por tener un mero contrato para seguir entrenando. Vino al Betis porque quería asumir un reto, un desafío y que quería (y cito textualmente): “levantar a una institución como el Real Betis Balompié”.

Razones para considerar entrenar a la entidad verdiblanca como un reto no le faltaban. Un equipo que en la temporada anterior había estado rondando los últimos puestos de la tabla. Un equipo que no jugaba a nada, sin patrón y a veces sin marineros. Una plantilla que parecía tener mimbres para más pero que nos avergonzaba fin de semana si fin de semana también. Un equipo anclado en la mediocridad más absoluta. En definitiva, un equipo que deambulaba por los estadios de España arrastrando el escudo de las trece barras.

En la tertulia bética «Los Comegambas» (@LosTertulia) en el verano del año pasado entrevistaron a Francisco Sagredo, autor del libro “El método Pellegrini” y seguramente la persona que mejor conoce la metodología y psicología del técnico chileno. Una de las cuestiones que los contertulios le hicieron al periodista y escritor era si veía posible que Pellegrini consiguiera cambiar la mentalidad de un equipo y un vestuario hundido anímicamente y acostumbrado a la derrota. La respuesta fue contundente. No tenía ninguna duda de que Pellegrini conseguiría levantar la autoestima y el concepto de vestuario al aterrizar en Heliópolis.

El tiempo, que siempre pone las cosas en el sitio que le corresponden, acabó dándole la razón a Sagredo. Don Manuel Pellegrini Ripamonti consiguió dotar al Real Betis Balompié de una manera de ser sobre el césped, de una manera de jugar y de pensar cercana a la idílica idea de fútbol que tiene el técnico. Y digo cercana porque con los mimbres que ha tenido el míster es una auténtica barbaridad que el Real Betis haya perdido sólo 2 partidos en desde el 1 de Enero de 2021 hasta el final de temporada. Ha conseguido hacer un equipo serio y difícilmente accesible para los rivales con una plantilla que seguramente no es la sexta mejor del campeonato. Por ello el mérito que tiene lo que ha hecho el técnico verdiblanco es incalculable.

Hacía mucho, mucho tiempo que como aficionado bético no veía sobre el césped un grupo que luchara por nuestro escudo como lo haríamos nosotros. Hacía mucho tiempo que no se veía esa implicación en un vestuario de la palmera y hacía mucho tiempo que yo no me sentaba delante del televisor para ver un partido sabiendo que se podía ganar, empatar o perder pero que todo el que estuviera sobre el césped se dejaría todo lo que tiene para intentar alcanzar la victoria en cada partido. Y eso es exclusivamente gracias a Don Manuel Pellegrini y su cuerpo técnico. Alguno de los que me leen dirán que en la época de Quique Sitien esto también se dio, y aunque lo respeto, lo debatiré encantando en ese caso.

El chileno no sólo ha cambiado la mentalidad de los jugadores sino que ha contribuido a instaurar en todos los estamentos del club una exigencia que hace no mucho era una quimera en el club verdiblanco. Por todo esto y mucho más que podría escribir solo me salen palabras de agradecimiento a la labor del técnico y su equipo de trabajo. Por primera vez en muchos años creo que el aficionado bético está tranquilo porque sabe que el que está al frente del barco sabe llevar el timón. Gracias y mil veces gracias.

Es incalculable la cantidad de nombres que han sonado ya para reforzar la escuadra verdiblanca. Nombres de prestigio, nombres levemente conocidos, desconocidos, nombres y más nombres…Pero la verdad que a un servidor le da igual si los fichajes que vengan son conocidos, de renombre o que no los conozcan ni en su casa porque al final sé que el que manda sabe lo que hace. El que manda es una bendición para el Real Betis Balompié y que ha conseguido con unos mimbres de cuestionable nivel alcanzar una cota que estaba preparada a 3 años visto con el nuevo proyecto. Por eso mi tranquilidad es absoluta porque el ingeniero sabe lo que hace, y venga quien venga bajo la batuta de Don Manuel Pellegrini rendirá con seguridad.

Por eso, da igual quien venga, con qué edad y de donde, porque Pellegrini es mi pastor, nada me falta.