- Nueva derrota del conjunto de Luis Casimiro que sigue sin transmitir nada (55-73)
No hubo ni la más mínima opción a la sorpresa contra el Real Madrid. El partido duró 4 minutos. El ratito que el cuadro de Luis Casimiro estuvo arriba en el marcador y parecía estar enchufado. Pero fue un espejismo. Las ganas con las que salió el Real Betis Baloncesto se diluyó como un azucarillo en agua y el Madrid, a medio gas, solo tuvo que imponer su calidad y superioridad para llevarse la victoria de un San Pablo frío y desangelado.
Quizás jugar contra el Real Madrid no sea el día más indicado para sacar conclusiones, pero sí para exponer los problemas ya comentados en el conjunto sevillano. El problema en la pintura cada día se hace más grande. Sin Yannick Nzosa, que ha tenido que pasar por el quirófano y Gerun con un problema en el menisco, no queda otra que darle la alternativa a Sylla o a Tsalmpouris. Uno que vino para ser el tercer pivot de la plantilla y el griego que no entraba en los planes y que convenció en pretemporada. Y si esto no funciona, colocar a Baez de cinco, que su compromiso es irreprochable, pero tiene 40 años y no está para muchas batallas. Y competir con este problema ante Tavares o Poirier, dos de los mejores pivots de la Liga Endesa, es empezar perdiendo el encuentro.
Ojalá el juego interior fuese el único problema que tuviera el Real Betis Baloncesto. Hay jugadores que ni están ni se le espera. Kurucs, que venía con un buen cartel tras pasar por la NBA, ha metido su única canasta en el partido en el minuto 38. Después, Pozas, Almazán o Bertans aportan muy poco. Muy preocupante lo del letón, que estaba llamado a ser importante este año, de nuevo desaparecido con un 2/5 en triples.
Y si lo poco salvable no está en buena forma, tenemos el cóctel perfecto para explicar la dinámica del equipo bético. Evans, demasiado errático desde que volvió de la lesión. Lo mismo BJ Johnson. Lo único salvable en el partido contra el Madrid ha sido Cvetkovic y Hill, los dos jugadores mejor valorados por parte del Betis, pero que no superan los dobles dígitos en anotación.
Pinta muy mal el Real Betis Baloncesto, con un calendario exigente de aquí a final de año, y transmitiendo una desidia y una bajada brazos alarmante. El equipo ya es el farolillo rojo de la Liga Endesa, y salvo milagro, va a estar ahí durante mucho tiempo. Urgen soluciones y el tiempo se agota.
