Si hay una palabra que se ha repetido durante los últimos años en el beticismo es «exigencia«. Coincide, curiosamente, desde que Ángel Haro y José Miguel López Catalán están al mando del club de las treces barras. Al menos yo, no recuerdo antes que estuviera tanto en la boca de los aficionados. Un vocablo, que muchos lo han utilizado como la vía que el Real Betis Balompié debía tomar si quería crecer y hacerse grande. Un mensaje que se ha ido repitiendo como un mantra, calando en la cabeza de muchos, y usándolo un poco a conveniencia, sobre todo en los malos resultados.
Puedo estar de acuerdo que la exigencia no es mala. Es necesaria, pero hasta cierto punto. Hasta la llegada de Manuel Pellegrini, la entidad heliopolitana ha vivido de todo, con tiempos convulsos y llenos de mediocridad. Se vendía un proyecto que al final, por unos motivos u otros, no funcionaba. Ahí, si era el momento de exigir, de pedir explicaciones y soluciones para crear un equipo a la altura de su masa social e historia.
Todo parecía haberse calmado desde que el técnico chileno desembarcó en el Betis. El ingeniero, en sus tres temporadas, ha conseguido lo que muchos pedían; asentar al equipo en Europa, con una gran plantilla, con una propuesta de juego atractiva, y con un título en la vitrina. Tres años cumpliendo los objetivos, pero para algunos no es suficiente. Tras la derrota contra el Getafe, se han podido leer comentarios sobre Betis, más propio de un equipo que va el 15º en vez de estar virtualmente en Europa League.
Reconozco que durante esta temporada, ha habido momentos donde el equipo no me ha gustado. Que un año más, teniendo la Champions al alcance, no se haya podido dar ese paso para jugar la máxima competición europea. Pero, considero que hay que analizar las cosas en un contexto, y este no ha sido muy favorable para los béticos. Desde el inicio, problemas con las inscripciones, lesiones de larga duración como las de Fekir o Juanmi, expulsiones, decisiones arbitrales controvertidas, la venta de Álex Moreno…Son muchos condicionantes con los que ha tenido que remar el equipo durante todo el año y al final de todo, están en el objetivo propuesto. Otro milagro de Manuel Pellegrini y sus chicos.
Por eso, creo que hace falta, a parte de trabajar la exigencia, mejorar la memoria. Saber de donde venimos, recordar los años pasados y valorar el presente. Bajémosla al suelo. disfrutemos del momento que estamos viviendo. Parece banal, pero el Real Betis ha hecho historia clasificándose por primera vez tres temporadas consecutivas en Europa. Algo, que en tiempos de exigencia, conviene recordar.
